En ocasiones la importancia de un momento deportivo se mide y se ecualiza perfectamente en la proporción en que se canta y se grita un gol decisivo. El que peina
Williams
y rebota en
Busquets
fue de lo más sonados. Hablabas con gente, preguntabas por ahí, y hasta al más pintado le costaba recordar otro goooool parecido con cierta cercanía en el tiempo.
Y es que esto de eliminar al Barça de la Copa, después de tres finales infames y 60 años de eliminatorias perdidas, ha supuesto el espaldarazo definitivo para recuperar la ilusión copera. La afición lo siente así, el equipo va en volandas. El pasado jueves todos vibramos, en San Mamés y en la tele. Aurten bai!
En el farragoso mundo de las comparaciones, la eliminatoria que esta noche comienza frente al Granada me retrotrae a la del Sevilla con
Caparrós
. Por la ilusión de que es posible volver a hacer historia, por la confianza en San Mamés como factor diferencial. Pero algo fundamental ha cambiado, ya no esperaría el Barça en la final. Por eso el aficionado sueña con motivo. Aurten
bai!
Por eso parece más oportuno remontarse a aquella semi ante el Betis, la que sellaba el billete para jugar la final ante a Osasuna. Aquella fue la ocasión en que más cerca nos quedamos de tocar pelo. El fútbol da muchas vueltas y cualquier cosa habría podido suceder, pero pocas veces volverán a tener los leones tan factible la conquista del trofeo por excelencia en las vitrinas y la historia centenaria del club. Aquella tanda de penaltis cerró una puerta que Granada debe volver a abrir.
El Athletic ante una de sus más grandes oportunidades. A doble partido, con San
Mamés como escenario idóneo para poner el primer pie en la Cartuja. Que levante la mano aquel que no empezó a mirar hoteles en la capital hispalense. El Barça, KO. Tres partidos para soñar. Aurten bai!
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