Los Celtics lo tenían todo preparado. Su líder, Jayson Tatum -quién sino-, iba a convertir el último balón en victoria, los últimos 5 segundos en el 118-119 final para Boston. Pero he aquí que los Jazz se lo adivinaron todo, absolutamente todo, para dejar el 118-117 y la victoria en Salt Lake City, ávida de playoffs tras el All-Star. Una remontada de hasta 19 puntos merecía tal final feliz.
Malcolm Brogdon se la iba a dar a Jayson Tatum, esperando, el ‘muy pillo’ a media pista. Pero el entrenador de los Jazz, Will Hardy, que es novato -35 años recién cumplidos-, pero ni mucho menos ‘tonto’, mandó a Ochai Agbaji, número 14 del draft de 2022, que se pegara al ‘0’. Jugada frustrada. Así que a Brogdon no le quedó otra que dársela a Grant Williams.
El ala-pívot se fue como una exhalación hacia el aro y salió a su paso Walker Kessler. Williams fintó, pero el pívot de Utah no se lo ‘compró’. Tiró, pero el número 22 de ese último draft le pegó un ‘taponazo’ de los que nunca se olvidan por doloroso. Un novato mandando y otros dos ejecutando. Entre ‘rookies’ iba la cosa.
“Adiviné que él iba a fintar, así que me quedé abajo e intenté medir lo mejor que pude y pude controlarlo”, señaló el pívot, oportuno para meter ese tapón como lo fue en su histórico debut en la NBA al convertirse en el primer ‘rookie’ que registraba un doble-doble en su primer encuentro -12 puntos y 10 rebotes-, además de un 100% en tiros de campo con un 5/5 en lanzamientos.
“No tengo ego, sólo intento ganar”
En el bando perdedor, frustración. Pero no reproches. “No tengo ego, sólo intento ganar”, dijo Jayson Tatum, que acabó con sólo 15 puntos en 38 minutos tras un 4/12 en tiros de campo. “Joe (Mazzulla, el entrenador de los Celtics), puede dibujar una jugada para mí, pero hay otras opciones… No me molesta que Grant tomara ese tiro y no me la pasara. Es baloncesto”, aseguró el alero, quien, con su irregularidad tras el All-Star, se ha quedado del todo rezagado en la carrera por el MVP.
Desde la vuelta del fin de semana de las estrellas, Boston presenta un irregular balance de 7-6 que le ha costado, no sólo, entregar el liderato del Oeste a los Bucks, sino que los Sixers les hayan arrebatado también la segunda plaza. Durante este periodo. Por su parte, Tatum, que hasta la pausa había promediado 30,6 puntos con 46% en tiros de campo y un casi 36% en triples, ha registrado desde entonces 27 tantos, un 42% en lanzamientos y un 29% desde el perímetro, la faceta en la que más ha bajado. Lo más llamativo es que los 15 puntos de este encuentro los anotó todos en el segundo parcial. Le quedó el consuelo de ser el primero que llega a los 2.000 tantos esta temporada.
Sin Marcus Smart ni Robert Williams III, lo preocupante aún así de los Celtics fue tirar por la borda una renta que había llegado a ser de 19 a mediados del segundo cuarto (34-53), aunque para el descanso ya se había reducido a 57-63. Jaylen Brown estuvo más a la altura de las circunstancias en esta ocasión con 25 tantos -9/19 en TC y 4/9 en triples-, con 23 para un Williams que se lució con 23 puntos y un 7/12 desde el perímetro pese a su fallo final.
Lauri Markkanen, con 28 puntos -12 de ellos en el último cuarto-, encabezó a los Jazz, acabando con un 10/23 en lanzamientos el finlandés y un 4/12 en triples. Todo el quinteto titular de Utah acabó con dobles dígitos, con 19 para Talen Horton-Tucker, 16 para Ochai Agbaji, 12 para Kessler -además de 14 rebotes-, y 13 tantos y 13 capturas para Kelly Olynyk. Utah se halla ahora en la última posición del play-in en el Oeste, décimo con 34-36. “Queremos ir a playoffs”, advirtió Markkanen, quien quiere firmar un “dicho y hecho”.