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Una planificación condicionada

La renovación de Martín
Zubimendi hasta 2025 es la primera piedra oficial en el edificio de la próxima temporada en la Real. El club txuri urdin firmó y anunció el miércoles la firma de Mikel
Merino pero ésta ya estaba cerrada y apalabrada desde antes de concluir la Liga. La ampliación del contrato del canterano, aunque no ascienda oficialmente al primer equipo, es la primera decisión estratégica de la entidad con todos los datos en la mano, sabiendo a qué se enfrentará la próxima campaña, con presencia en cuatro competiciones, más la disputa de la final de la Copa 19/20.

Y es que la planificación de la próxima temporada en la Real se ha visto retrasada y condicionada por el intenso e incierto final de Liga. A estas alturas del año pasado, el equipo se presentó en sociedad con todos sus fichajes, salvo el de Monreal, cerrados, y en el actual curso le toca empezar ahora a mover piezas.Tiene tiempo toda vez que el mercado permanecerá abierto hasta el mes de octubre.

La Real no ha podido tomar ninguna decisión definitiva ya que la incertidumbre ha marcado sus últimos meses de temporada. El escenario en el que se detuvo la Liga, con el equipo cuarto y una ventaja sustancial sobre sus perseguidores, nada ha tenido que ver con el epílogo liguero. No sólo se certificó la clasificación para la Europa League a cuatro minutos para la conclusión, sino que, de lo mal que se empezó tras el confinamiento, hubo un serio peligro de quedarse fuera de las competiciones europeas. El final feliz ha satisfecho a todas las partes pero, de igual manera, ha dejado en ‘stand by’ casi todas las maniobras de despacho: no es lo mismo, obviamente, tener que confeccionar una plantilla para jugar en Europa que diseñar un colectivo que únicamente tenga que participar en la competición doméstica, con la excepción de la exótica excursión a Arabia Saudí.

Cuatro porteros en la plantilla

A la conclusión de la competición, el presidente, Olabe y los técnicos se dieron unos días para reordenar sus ideas y, aunque la comunicación entre todos es constante, está pendiente una reunión con todos ellos en torno a una mesa para ponerle nombre y apellidos definitivos a las piezas clave de la próxima temporada.

De esa reunión saldrán los objetivos de mercado para apuntalar un plantel que, si no experimenta salidas, tiene sólidos pilares y, mientras tanto, la Real ha comenzado la configuración del mismo por las renovaciones. Tras las de Merino y Zubimendi podría llegar la de Moyá, si bien la portería txuri urdin es una materia que requiere de una reflexión en sí misma. La primera plantilla tiene cuatro porteros (Remiro, Moyá, Zubiaurre y Rulli) y, después de que el Montpellier no haya hecho efectiva la opción de compra por el argentino, salta a la vista que son demasiados. El club está por la labor de que el meta balear continué un año más, si bien para eso hay que encontrar, por enésima vez, una solución al caso de Rulli. La continuidad de Martín
Merquelanz es otra patata caliente a la que el Consejo de Administración txuri urdin le gustaría poner un final feliz.


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