Una Real superior golea con el VAR de fondo

La Real se reencontró con la victoria en Anoeta tres meses después y lo hizo de manera plácida. Los txuri urdin golearon al Cádiz con sendos dobletes de Oyarzabal e Isak y una actuación decisiva de Mateu
Lahoz en el VAR. El valenciano, señalado por los txuri urdin tras la polémica expulsión de Illarramendi en la Copa, tuvo un intervencionismo total en el partido, allanando de alguna manera el camino a la victoria de la Real que, en cualquier caso, fue muy superior a los gaditanos.

Viendo cómo transcurrió el partido a partir de que Pizarro
Gómez pitó penalti a favor de la Real en el 25 por mano de Negredo, a instancias del VAR, el riesgo de equivocarse sería máximo. Hasta entonces, con claro dominio de la Real, el Cádiz estaba resistiendo bien amparado en un 4-4-2 replegado y con las líneas muy juntas. La velocidad de Isak, que había sacado un tiro peligroso por el palo corto en el 10’ y otro desde dentro del área en el 12’ que si no llega a golpear en Cala iba adentro, le estaba dando algunos problemas pero aguantaba con solvencia.

El VAR puso patas arriba el encuentro en los 20 minutos finales del primer acto. Primero al permitir a la Real abrir el marcador con un penalti señalado desde la sala VOR y, a partir de ahí, al tener un intervencionismo decisivo que paró tanto el partido que apenas se jugó. En el 28’ tuvo que detenerse al anular el árbitro, a instancias del VAR, un penalti que había pitado a favor del Cádiz y, sólo seis minutos después, Oyarzabal expresó toda su listeza para robarle la cartera a Marcos
Mauro tras un pase largo de Merino y hacer el 2-0. Sin que hubiera mucho juego, en otro envío largo al eibarrés el propio Mauro derribó al txuri urdin y se ganó una roja que, eso sí, decretó el VAR.

Isak se encargó de liquidar cualquier incertidumbre que pudiera teñir la segunda mitad. El sueco, que está ‘on fire’ y anotó por cuarta jornada liguera consecutiva, se apuntó dos goles más en cinco minutos antes del cuarto de hora de la reanudación y el partido quedó sentenciado. La gran virtud de la Real en este caso fue seguir apretando el acelerador pese a jugar en superioridad y evitar que, como le ocurriera ante el Betis, le pudieran remontar un 2-0. Siguió concentrada y a lo suyo y la diferencia de calidad hizo el resto. Aunque Jairo, en el 64’, hizo el gol del honor para los andaluces aprovechando un buen balón al espacio que le dejó solo ante Remiro, fue un momento anecdótico.

La Real, de hecho, siguió sin bajar el pistón, Imanol metió a Silva y Carlos
Fernández y Merquelanz estuvo a punto de hacer el quinto en dos ocasiones. Primero le anularon el gol por fuera de juego de Oyarzabal en el inicio de la jugada y después desperdició un cabezazo a placer, en el corazón del área, tras un centro de Monreal. Carlos Fernández también merodeó su primer gol como txuri urdin en el desenlace del partido, con el Cádiz ya rendido.