Una Superliga viable sin los equipos de la Premier

Una Superliga viable sin los equipos de la Premier

La Superliga sigue más viva que nunca. A la espera de las resoluciones judiciales que clarifiquen el escenario jurídico y que puedan redefinir el mercado del fútbol en Europa, empresa A22, promotora de la Superliga sigue dando pasos para perfilar cómo sería esa nueva competición.

Se espera que en los próximos meses, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) tome una decisión sobre FIFA y UEFA abusan de su posición dominante en el ámbito de la organización de torneos de fútbol. Una resolución, que como ya sucedió en su día con la sentencia del Caso Bosman, puede cambiar por completo las reglas del juego.

Mientras, los organizadores de este torneo que ha dado tanto de qué hablar y que ha hecho que la UEFA se defienda con todo, han redefinido el marco sobre el que se sustentaría el nuevo torneo, caso de que haya luz verde a través de lo tribunales. La empresa A22, promotora de la Superliga, a través de su CEO, Bernd Reichart, ha reformulado el proyecto también para desterrar algunos de los temores que había sobre el mismo -como que era un club privado de los equipos fundadores o que las competiciones nacionales se iban a terminar con este nuevo torneo-. Y todo ello tras hablar con más de medio centenar de equipos en los últimos cinco meses.

Aunque aún no se ha definido al 100% cómo sería dicha nueva Superliga sí que hay algunas certezas. Que se espera contar con entre 60 y 80 clubs que se repartirán en varias categorías, con un mínimo garantizado de 14 partidos y un máximo de 20, y con acceso a las mismas a través de los méritos deportivos adquiridos en las competiciones nacionales.

Los organizadores de la Superliga afirman que hay un consenso entre los equipos con los que han tratado, de que el futuro del fútbol es preocupante, que es necesario reformas que se vertebrarían en tres ejes: Recuperarse de la pérdida de competitividad a nivel europeo, con una clara polarización entre los clubs de la Premier y el resto; una preocupación por la estabilidad económica (se busca menos incertidumbre sobre los ingresos a tener, los partidos a disputar); y un anhelo de capacidad de gobernanza en la que los clubs decidan su destino sin tener continuamente la espada de Damocles de FIFA y UEFA sobre los equipos.

¿Cómo están reaccionando los clubs? Por un lado se fía casi todo a una mayor expectativa de mayores ingresos audiovisuales internacionales que no se cumple. Luego, como se vio en casos como las ‘palancas’ del Real Madrid o el FC Barcelona, o en el conjunto de LaLiga con la venta de derechos a CVC−, se venden activos que pueden ser necesarios a futuro. También se modifican las competiciones europeas que no consiguen maximizar su potencial.

Partido de la Premier League

Naomi Baker / Getty

Los promotores de la Superliga ven en este nuevo torneo la forma de recuperar atractivo a una competición que lo ha ido perdiendo, amén de otorgar una estabilidad a los participantes y reducir esa brecha existente ahora mismo con los clubs de la Premier.

LA BRECHA CON LA PREMIER

Ahora mismo, según Reichart, la mayoría de los clubs con los que se ha hablado, entienden que hay una brecha enorme con la Premier League. “La Premier se ha convertido en la Superliga”, se afirma desde A22. El abismo entre los ingresos es palpable. Por poner algunos ejemplos, mientras en 1997 la competición inglesa ingresaba 685 millones de euros y LaLiga 524; en la actualidad, la primera se ha disparado a más de 7.100 millones, mientras que la competición española se ha quedado en 3.700. Ni qué hablar ya de competiciones como la Ligue 1 (1.800 millones) o la Serie A (2.400).

Más ejemplos. Más del 50% de los equipos ‘Top 20’ en cuanto a ingresos pertenecen a la Premier. El Real Madrid es el único que se cuela, junto al PSG entre los cinco que más ingresan (junto a City, Liverpool y Manchester United). Pero es que en el ‘Top’ 10, seis equipos (los anteriores más Chelsea, Tottenham y Arsenal) dominan, dejando espacio solo para Barcelona, Bayern y los mencionados Real Madrid y Atlético.

La preocupación entre clubs de todas las ligas ajenas a la Premier es que se comparte mercado de jugadores. “Un jugador se sale en tres partidos seguidos y se va a la Premier, porque el diferencial salarial es grande y está creciendo”, explica Reichart. A un jugador de la Premier le pagan siete veces más que en la Ligue 1. Respecto a LaLiga es el doble. De ahí que el resto de competiciones se descapitalicen de talento en cada ventana de fichajes, como se pudo ver en la última en España, en la que futbolistas como Joao Félix hicieron las maletas.

Desde A22 se remarca que lo que se pretende con esta nueva Superliga no es una ruptura, sino una mejoría de una competición que no consigue aportar ni el atractivo ni los ingresos para cerrar la brecha con la Premier. No se pretende excluir a nadie pero dado que los equipos ingleses fueron los primeros en bajarse del barco, se advierte, el torneo es viable incluso sin la presencia de los todopoderosos equipos ingleses. “La idea que buscamos es un proyecto viable que no dependa de ningún país en concreto”, explicó Reichart. Por supuesto que se busca contar con esas superpotencias inglesas, pero también se matiza que este torneo puede seguir sin ellos

Los derechos de televisión del Atlético de Madrid. Partido en el Wanda Metropolitano, donde una cámara sigue con atención el encuentro.

Los derechos de televisión del Atlético de Madrid. Partido en el Wanda Metropolitano, donde una cámara sigue con atención el encuentro.

MD

LOS DERECHOS TELEVISIVOS

En su estudio, A22 ha concluido que uno de los grandes caballos de batalla, el de los derechos audiovisuales es imposible de mantener para el resto de competiciones. Las ligas domésticas no crecen en cuanto a esos ingresos en este ámbito. Hay una tendencia preocupante, en algunos países escandinavos, las televisiones nacionales pagan casi menos por sus competiciones domésticas que por lo que se paga en emitir la Premier en esos países. La liga sueca no vale ni la mitad de lo que vale la Premier para la televisión de Suecia. Una circunstancia que lleva a paradojas como la que se vivió en el curso pasado. El Norwich, que descendió, se llevó 119 millones pese a ello, cuando esa temporada el Bayern ingresó 89 millones por televisión siendo campeón de Alemania y un histórico del fútbol europeo.

EL FRENTE JUDICIAL

Los promotores de la Superliga están muy atentos a lo que dé de sí la resolución del TSJE. El ecosistema europeo está por definirse con los procesos que hay abiertos. Será vinculante para los 27 países europeos lo que digan los jueces. La necesidad de actual puede que sea más urgente para los equipos continentales que para los ingleses, que se encuentran en una posición dominante.

Los organizadores de la Superliga destacan que el fútbol ha sido un monopolio durante 70 años por parte de la UEFA, un organismo que gestionan una actividad donde no hay competidores, no hay coste para ella -sólo ingresos-, ni riesgo empresarial. Y eso seguirá así hasta que un juez dicte que es incompatible con los tratados de la Unión Europea. En A22 se destaca lo paradójico de que la LaLiga se organice por una entidad privada ajena a la RFEF o la Premier lo mismo, ajena a la FA, pero las competiciones europeas deban estar bajo el puño de la UEFA.

Pep Guardiola, ante el trofeo de la Champions perdida ante el Chelsea en 2021 (Pierre Philippe Marcou/Pool via AP)

Pep Guardiola, ante el trofeo de la Champions perdida ante el Chelsea en 2021 (Pierre Philippe Marcou/Pool via AP)

Pierre Philippe Marcou

EL NUEVO FORMATO DE LA CHAMPIONS

Superliga cree que el formato nuevo de la Champions no es la solución. Los clubs son muy reticentes de que no jueguen ida y vuelta, porque supone perder, por poner un ejemplo, que un gran equipo como el Chelsea, Manchester United, PSG, Bayern, etc visite tu estadio (puede darse el caso de que te toque en casa contra un equipo chipriota pero tu salida sea precisamente contra el rival de mayor atractivo). La idea de la UEFA para el periodo de 2023 y 2027 tiene que ver ocho partidos de primera fase, se puede jugar un play-off (dos) dependiendo de la clasificación, más eliminatorias para un total de 17 partidos para los que lleguen a la final y 20 fechas totales.

La preocupación que A22 afirma haber recogido de los clubs consultados, tiene que ver con que sea el 50% de partidos más sin realmente suponer un incremento en el espectáculo puesto hasta las eliminatorias no hay realmente nada en juego a pesar del incremento de partidos en la previa.

EL DECÁLOGO DE LA NUEVA SUPERLIGA

La nueva Superliga se vertebra en torno a diez conceptos. El primero, que serán competiciones abiertas y basadas en mérito deportivo. Se asegura que los clubs fundadores no tendrán privilegios por el hecho de ser los pioneros. 

Segundo, las competiciones nacionales como el cimiento del torneo. Es decir, que no desaparecerían, sino que servirían de forma clasificatoria además de verse fortalecidas por el mayor músculo económico de los que participen en la Superliga. Tercero, mejorar competitividad con recursos estables y sostenibles.

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Sorteo de la Champions

EFE

Cuarto, la salud de los jugadores en el centro del deporte. “Es un tema especialmente crítico para los que pagan los sueldos”, remarcó Reichart. De ahí que la Superliga asegure a los participantes 14 partidos, con un máximo de 20 (que es lo que dejaría también el nuevo formato de Champions como tope).

Quinto, competiciones gobernadas por los clubs con normas de sostenibilidad financiera transparentes y aplicadas de forma rigurosa. “Es justo que los que tienen los riesgos empresariales puedan gestionar los torneos”, apuntó el CEO de A22. Los organizadores de la competición tienen muchas dudas de que la UEFA no incurra en un ‘conflicto de intereses’ al ser la misma que debe perseguir y sancionar los incumplimientos económicos de algunos clubs (como ha pasado con PSG o City), pero a la vez no poder permitirse que no estén en el torneo porque representan gran parte del atractivo deportivo del mismo. Y para ello, Reichart se acordó de que hay casos ya en la legislación europea como en el de la Fórmula 1, en los que se forzó a que el ámbito sancionador fuese ajeno a de los organizadores del mismo.

Sexto, buscar la mejor competición de fútbol del mundo. El estudio de A22 señala que los partidos intranscendentes son una sexta parte y se está perdiendo la atención del público más joven. Séptimo, mejorar la experiencia de los aficionados. Inversiones adicionales a través del campeonato para mejorar estadios e infraestructuras, con el objetivo para mejorar la experiencia. Octavo, desarrollar y financiar fútbol femenino (ahora sólo 25 millones). Noveno, aumentar significativamente la solidaridad. La UEFA ahora mismo destina 150 millones de euros y A22 se compromete a que sean 400. Además, estos fondos se gestionarán y auditarán por terceros, por alguna autoridad europea. Finalmente, el respeto de los valores y normativa de la Unión Europa.

“Confiamos plenamente en la justicia”, se remarca desde los promotores, que remarcan que “acudir al tribunal europeo no puede ser negado” por ningún organismo, como ha sucedido con UEFA y FIFA en este caso, presionando a través de las federaciones a los clubs que siguieran con esta aventura. A22 remarca que esta competición puede contribuir a Europa, en términos de cohesión e identidad comunitaria. “No en muchos sectores en el mundo, Europa es un líder indiscutible, en el fútbol de clubs sí”, finalizó Reichart.




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