Una valiente Real sorprende al Atlético y se lleva la Copa

José Antonio García Sirvent
Granada
Fotógrafo

Partido de poder a poder el que disputaron el Atlético de Madrid Femenino y la Real Sociedad en la final de la Copa de la Reina. Un encuentro emocionante, con ocasiones para ambos lados y digno del escenario que suponía. Qué lejos quedan finales como la de 2015, en Melilla, en una cita casi clandestina. La final disputada en Granada contó con toda la fanfarria, el boato, las autoridades, el colorido y la emoción de lo que debe ser la final de Copa de un fútbol femenino que gana enteros, seguimiento y foco a pasos agigantados. No es para menos.

Y sería una referencia incluso para otros deportes que se entienden marginados, con razón. En cuanto existe un respaldo por parte de los patrocinadores, instituciones y los medios, el deporte en cuestión, masculino o femenino crece como la espuma. El caso es que lo vivido en Granada marca un claro antes y un después en cuanto a la organización del evento que ha de marcar el final de la temporada en el fútbol femenino de nuestro país, cada vez más seguido y más importante. Sería interesante que se trasladase a otros ámbitos de nuestro deporte, donde cada vez resulta más milagroso que salgan campeones o equipos que destaquen en muchas disciplinas dejadas de la mano de Dios (sí, también por los medios).

La Real Sociedad se llevó el título y lo hizo por méritos propios, con un planteamiento inteligente y con mucha efectividad. El Atlético tuvo el balón, más ocasiones, asedió por momentos a su rival, pero las de Gonzalo
Arconada dieron la campanada ante un equipo colchonero que no se encontró a gusto en muchos momentos del encuentro. Sin duda, el equipo vasco tiene un gran futuro por delante. Y el rojiblanco, un gran presente. El doblete se le escapó por tercera vez consecutiva. Un cuestión que no empaña el campañón de las rojiblancas. Campeonas de Liga, con un digno papel en Champions, finalistas de Copa… Este equipo pelea contra el Barça, que curso a curso le debilita quitándole jugadoras, y le gana, que no es poco. Que no se olvide eso.

El Atlético de Madrid salió a por el partido, para dejar claro que era el favorito para la cita. Pero se encontró con una Real Sociedad muy valiente, desinhibida y vertical. El cuadro de Sánchez Vera se encontró con el primer gol al cuarto de hora. Un centro desde banda derecha de Kenti Robles, llegando a línea de fondo, y en el corazón del área aparecía Esther para rematar, de espectacular volea, ajustado al palo. Mariasun no pudo hacer mucho. Impresionante la temporada de ambas, de la mexicana, que es posiblemente la mejor lateral derecha que juega en Europa; y de la madrileña, a la que se le caen los goles en este final de curso.

Parecía el guión escrito pero ya decimos que las de Gonzalo Arconada no habían llegado a Granada de turismo, estaban en la final por méritos propios. Y empataban en la siguiente acción. Un disparo lejano de Palacios en el que Lola Gallardo fallaba. Un disparo raso sin aparente peligro, se le colaba por debajo del cuerpo para recordar los fantasmas del Mini Estadi, por ejemplo. La buena portera andaluza ha salvado al Atlético en muchos partidos, pero ese fallo de la final pareció lastrar su cabeza. Y se notaba a la media hora, un pase suyo interceptado en el área grande por Eizagirre estaba a punto de ser el 1-2. La delantera vasca no se creía la ocasión e intentaba hacer una vaselina que la meta detenía.

Entre medias, Esther había estado a punto de marcar el segundo del Atlético, en una internada de Ludmila, que arrasaba con sus subidas en velocidad por la banda, ya fuese por derecha o por izquierda. Su centro era rematado por la delantera colchonera pero se iba alto. La Real Sociedad, por su parte, con su fútbol vertical y rápido, con una defensa coral que se movía como un solo cuerpo, no se rendía. Un disparo de Palacios ponía en aprietos a la meta colchonera, que sacaba a una mano el balón a saque de esquina. Así espiró la primera mitad, muy entretenida.

MÁS DE LO MISMO

La segunda mitad arrancó con la misma tónica que la primera. El balón era mayoritariamente rojiblanco pero había alternativas para ambas partes. Ludmila estaba a punto de llegar a remachar en dos ocasiones, en dos jugadas separadas por cinco minutos. Nerea Eizaguirre lo intentaba con un disparo lejano…

Y la Real Sociedad obtenía premio a su valentía, no olvidemos que es el equipo más joven de todo LaLiga
Iberdrola, con un segundo gol espectacular. La ponía Palacios al corazón del área, peinaba Baños y…aparecía Nahikari para fusilar a Lola Gallardo y hacer el 1-2.

El Atlético reaccionaba con un fuerte disparo de Ángela Sosa dentro del campo, pero Mariasun Quiñones se marcaba un paradón para evitar el empate. A raiz de ello, el equipo de Sánchez Vera, que veía cómo le habían dado la vuelta al partido, se volcaba. Jenni lo intentaba desde lejos, desde dentro del área a bocajarro, Meseguer también desde la frontal de la zona definitiva y se le iba alto… Si no era la imprecisión rojiblanca era alguna parada de Quiñones, que estaba de sobresaliente.

Sánchez Vera metía en el campo a Andrea Falcón y el ataque colchonero se revitalizaba por la izquierda. Su internada en el 76’ acababa con un disparo de Ludmila en el que se interponía de forma heroica la excolchonera Bea Beltrán, que se lesionaba en la acción pero evitaba el empate. La brasileña era una pesadilla para la Real
Sociedad, un cabezazo posterior se estrellaba en el palo y era sacado de nuevo por Quiñones. Dolores, en el 92, se estrellaba de nuevo con la meta del cuadro vasco. Hasta la suerte le volvía la espalda al equipo rojiblanco en pleno asedio. Los últimos diez minutos fueron la defensa del Álamo de las guipuzcoanas.