Unai Mendia (Beasain, 1981) está viviendo un sueño en Miranda de Ebro. Hasta hace poco entrenaba en Tercera y ahora está a un paso de jugar una final de Copa. Tiene que eliminar a su equipo, a la Real.
¿Es el partido más importante de la historia del Mirandés?
No sé si hasta ese punto, pero si ganamos marcará de por vida la historia del club. Todo el eco que han generado estas semifinales a nivel nacional es increíble. En 2012, el año de la otra semifinal, el resultado de ida ya dejó casi definida la eliminatoria porque el Athletic ganó 1-2 en Anduva. Ahora es distinto, tenemos muchas más posibilidades.
¿Están satisfechos con el resultado que traen de Anoeta?
Antes de ir a Anoeta si nos llegan a decir que perdemos 2-1 lo hubiésemos firmado porque la Real venía de arrollar al Madrid en el Bernabéu, pero visto el partido lo más justo hubiese sido un empate por la cantidad de cosas que hicimos bien. Aunque la Real es favorita la eliminatoria llega bastante viva a Anduva.
¿Qué partido están planteando?
En Anoeta salimos a morder arriba porque es lo que venimos haciendo contra todos los equipos. Mucha gente sólo nos ha visto en Copa y piensa que cambiamos nuestra forma de jugar, pero ni mucho menos. Vamos a hacer exactamente lo mismo en Anduva porque es lo que nos ha traído hasta aquí y no vamos a cambiar nada.
¿Qué piensa de la Real?
¡Buah! La Real es una pasada, da hasta miedo. Ya no sólo a nivel de resultados, que también, sino por lo bien que juegan al fútbol. Verles jugar en Anoeta con su gente es alucinante, les ha dado mucho. Se ha creado una sintonía entre el equipo y la afición que es buenísima para el club porque se están dando de comer unos a otros. Los fichajes, Odegaard, Isak, Merino… les han salido de lujo.
¿Y de Imanol Alguacil?
Es el entrenador perfecto para la Real. Es un currante de la casa que ha pasado por las categorías inferiores, conoce y apuesta por los jugadores de Zubieta y todos los años suben chavales del Sanse. Desde fuera veo un ‘feeling’ con los jugadores idóneo para que se genere un ambiente ganador. El mensaje es humilde y ojalá apuesten, tanto la Real como el resto de equipos vascos, por gente de casa.
Ver jugar a la Real es una pasada, da miedo, ya no sólo a nivel de resultados, sino por lo que transmite
¿Qué les aportan los cedidos de la Real?
Martín y Guridi nos están dando humildad. Son dos chavales que en el vestuario han entrado fenomenal, se entrenan como locos. Luego, futbolísticamente, los dos tienen un nivel terrible. Guridi en el centro nos aporta mucho, físicamente es un titán y da unos números condicionales increíbles cada partido. Martín tiene un punto de calidad, de desborde en tres cuartos que nos da goles, asistencias y muchas alegrías. ‘Modi’ ha llegado más tarde, es una pena los problemas que ha tenido, pero lo que le hemos visto lo ha hecho genial. Para llevar 6 meses sin jugar está perfecto, tiene 19-20 años, es un crío, pero es un armario y nos va a ayudar mucho.
¿Siendo de Beasain para usted es una eliminatoria especial?
La verdad es que sí. Yo soy de la Real y suelo ir a Anoeta muchas veces. Esta temporada no soy socio pero lo he sido durante años. Ir al campo y estar en el banquillo fue una experiencia de locos, se me puso la piel de gallina mientras dirigía el entrenamiento desde el césped. La experiencia que me está regalando el fútbol este año… Es que todavía no me lo creo. Hasta hace poco les pedía autógrafos a los jugadores de la Real: “Eh Martín, ¿me firmas?”. Ahora los tengo en el vestuario.
Pasar a la final sería histórico, es algo que ni podría imaginar en mis mejores sueños; lo pondremos difícil
Pase quien pase el entorno tiene un equipo en la final.
La familia no, pero la cuadrilla tiene ya hotel en Sevilla. Me dicen que nunca han tenido tan claro en una final que tenían que estar allí. Según salió la sede y el sorteo se lanzaron a por el alojamiento. Ojalá sea con el Mirandés y si no iremos con la Real, pero que tengan claro que se lo vamos a poner difícil seguro.
¿Qué supondría estar en la final de Sevilla?
Como club sería histórico, increíble. A nivel personal, es algo que ni imaginaba en mis mejores sueños. Vengo de Tercera y entrenar en Segunda ya era un sueño hecho realidad; imagínate estar una final de Copa.
La familia y el entorno de Unai
Mendia tiene claro a quien van a animar hoy: “Tradicionalmente, mi familia es de la Real, pero ahora estamos todos a muerte con el Mirandés. Mis hermanos, mis padres, mis primos, se han comprado camisetas, bufandas… Están todos muy volcados”. Lo que le está regalando el fútbol no tiene precio: “Sólo puedo dar las gracias al club y a Andoni, que confió en mí y me trajo aquí, porque estoy viviendo un sueño”.
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