Cualquiera que vea el resumen del partido entre los bilbaínos y el Villarreal sacará la conclusión de que el resultado final no hace justicia a lo acontecido a ras de césped. Lógico. El conjunto amarillo tuvo más y mejores ocasiones de gol que el rojiblanco. Unai Simón, de hecho, fue el gran destacado del encuentro.
El portero, que nadie lo olvide, también juega. Y el del Athletic estuvo a un gran nivel en esta última jornada del denominado campeonato de la regularidad. Algunas de sus intervenciones fueron dignas de elogio.
Una de ellas, en concreto, ha dado mucho de qué hablar en las últimas horas. Gerard, el máximo goleador local, se plantó solo ante el cancerbero del Athletic. Su tiro a quemarropa, sin embargo, no llegó al fondo de la red porque Unai Simón, en su salida a cubrir el máximo de portería posible, repelió el balón con el rostro. Un auténtico ‘carota’, sin lugar a dudas.
No fue la única ocasión en la que el joven portero del Athletic se interpuso en el camino rematador del delantero amarillo. Delantero que llegó a batirle en una ocasión, pero en fuera de juego. El árbitro, atento y perfectamente sincronizado con uno de sus linieres, no tuvo dudas al respecto.
Los leones, pese a esa sensación generalizada de que el Villarreal mereció más, hicieron un partido muy serio en el Estadio de La Cerámica. Con sus virtudes y sus defectos. Mejor, una vez más, a nivel de contención que de creación; pero con el ánimo y la decisión suficientes como para irse a buscar el marco local a la primera oportunidad posible.
El portero también juega. San José puede dar buena fe de ello tras la acertada intervención de Asenjo a su tiro desde fuera del área. Los leones, se mire por donde se mire, empataron tras ser capaces de dejar su portería a cero. Un punto por la cara. La de su joven portero.
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