Unai Simón fue, sin duda alguna, el gran artífice de la victoria del Athletic en Mestalla. El guardameta rojiblanco tuvo una de sus actuaciones más destacadas en lo que va de Liga frente a un Valencia que le puso a prueba en lances concretos. No es habitual que los rivales dispongan de tantas opciones de gol de cara a la portería bilbaína.
El meta alavés es el único componente de la plantilla de Valverde que ha disputado todos los minutos de la presente edición del torneo de la regularidad hasta el momento. Nico Williams, Sancet y De Marcos tampoco se han perdido cita liguera alguna, pero los tres empezaron en el banquillo en algún choque concreto o fueron sustituidos sobre la marcha en otros compromisos. Unai Simón, a diferencia de sus tres compañeros, no se ha estrenado, sin embargo, en Copa.
(+) Revive el Valencia – Athletic con una gran actuación de Unai Simón
Valverde, a modo y manera de Marcelino, mantiene la costumbre de hacer jugar en el campeonato del KO al portero suplente en Liga. Agirrezabala, de hecho, ha estado bajo palos en Mestalla en las dos últimas temporadas. La pasada campaña recibió un gol en contra y los leones se quedaron a un paso de llegar a la final. Esta, en cambio, también encajó un tanto, pero los rojiblancos acabaron imponiéndose por 1-3 y se clasificaron para las semifinales, donde les aguarda Osasuna.
Unai Simón se ha convertido a sus 25 años, en el portero titular no solo del Athletic sino de la selección española. El pasado sábado en Mestalla tomó buena nota de su destacada actuación Luis de la Fuente. El actual responsable técnico de la Roja conoce de primera mano al meta del Athletic desde sus tiempos en las categorías inferiores.
En su primera experiencia en Primera, cuando poco después de salir cedido al Elche tuvo que hacer las maletas de vuelta a casa para estrenarse como león a las órdenes de Berizzo, Unai Simón vivió una experiencia muy similar tanto en su club como en la sub-21. El entrenador argentino, cuestionado en Bilbao hasta que fue destituido, le hizo debutar en Primera, pero le relegó a la suplencia tras perder en la octava jornada por 1-3 en San Mamés frente a la Real. Gaizka Garitano, con el equipo en zona de descenso, apostó por Iago Herrerín nada más hacerse cargo del banquillo del Athletic y hasta la temporada siguiente no le dio la oportunidad al meta de Murgia.
De la Fuente, por su parte, comenzó con Unai Simón bajo palos la fase final del Europeo sub-21 disputado en Italia en 2019, pero un error del meta del Athletic dio paso al triunfo de la escuadra anfitriona en el duelo inaugural frente a España y a partir de ahí quedó relegado a la suplencia. Sivera, entonces portero del Alavés, jugó bajo palos el resto de un torneo que acabó ganando la Rojita.
Del seleccionador al míster
“A Unai le conozco desde la sub-18. He sido campeón con él en la sub-19 y en la sub-21. Sé de su fortaleza, de su integridad y de su entereza. Él me da mucha tranquilidad y además es el portero del Athletic, que no es fácil. Unai me da muchas garantías”, aseguró el propio De la Fuenta antes de dar la titularidad al meta rojiblanco, que ya lo era también para entonces de la Roja, en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Valverde, que habitualmente suele mostrarse comedido a la hora de opinar sobre las actuaciones de sus jugadores, no se anduvo con rodeos en la sala de prensa de Mestalla al término del encuentro del sábado respecto a la actuación de su portero. “Unai ha estado muy bien y ha habido momentos del partido en los que nos ha aguantado. Ha hecho dos o tres paradas muy importantes, la mano que le ha sacado a Diakhaby ha sido increíble (cerca del final del encuentro). Esta vez se le ha visto más, aunque a mí me gusta que tenga menos trabajo”.
Unai Simón, en definitiva, volvió a dejar patente en Valencia su calidad como guardameta. No suele ser habitual que el portero rojiblanco tenga tanto trabajo como en Mestalla, pero el equipo de Voro supo llegar hasta posiciones de remate muchas más veces que el resto de los rivales de los leones. La respuesta del cancerbero rojiblanco fue inapelable.
21 partidos, 1890 minutos, 1 tarjeta amarilla y 22 goles encajados, 7 de ellos en San Mamés y los 15 restantes a domicilio. De no ser por sus sobrias actuaciones podrían haber sido algunos más.