De la portería del Athletic a ser campeón de la Eurocopa. Lo consiguió José Ángel Iribar hace 57 años y lo quiere repetir Unai Simón. Camino lleva. Solo le restan dos estaciones por superar. Eso sí, son las más difíciles. Son muchos los elementos que les unen. La sobriedad bajo palos, un elemento vital para un arquero. La planta de ambos, son muy grandes y abarcan mucho espacio. El de Murgia domina el área pequeña como los porteros de antes, se hace enorme en sus acciones en el mano a mano. Evidentemente también hay diferencias. La trayectoria de Iribar, el futbolista con más partidos en la historia del Athletic, es de otra dimensión. Se encuentra en el Olimpo de la profesión. Simón está empezando, sin embargo ya apunta maneras. Un Txopo 2.0.
El de Murgia tiene muy cerca a Iribar en su día a día. Así ha sido desde que ingresó en Lezama. El de Zarautz cuida bajo su manto a todos los porteros de la factoría. Ahora Simón puede coger su testigo como campeón de Europa. El actual guardameta del Athletic siempre ha tenido los pies en el suelo cuando se vinculan ambos nombres. “Compararse con Iribar son palabras mayores. Llevo 48 partidos (ahora son 92), no 600. Ojalá pueda llegar a esas cifras”, manifestó Unai hace un año tras renovar hasta 2025, sin cláusula de rescisión, con el Athletic.
Iribar fue protagonista en la primera Eurocopa ganada por España en 1964, que fue la primera Eurocopa de la historia. Con un formato distinto y reducido, la fase final la jugaban cuatro combinados, el guipuzcoano fue titular ante Hungría en semifinales y ante la URSS en la final. Una confrontación mítica, puesto que el arquero soviético era Lev Yashin.
Simón se las verá el martes con otro portero que apunta muy alto: Donnarumma. 22 años y todo indica que firmará por el PSG tras la conclusión de la Euro. El camino del rojiblanco hasta llegar a las semifinales no ha sido sencillo. Cuestionado previamente y con una primera fase tranquila, las emociones fuertes llegaron con las eliminatorias. De villano con el fallo ante Croacia pasó a héroe coleccionando varias intervenciones de mérito, especialmente decisiva fue la parada a Kramaric en la prórroga. Simón apenas tuvo que intervenir contra Suiza, pero en la tanda, momento para los valientes, atajó dos e intimidó a Vargas.
Si nada se tuerce y el de Murgia es titular en Wembley frente a Italia, el Athletic volverá a estar representado de manera directa en una semifinal o final de un gran torneo de selecciones. Algo que no sucedía desde 1984. Ni siquiera en el reciente ciclo ganador. En 2008 no hubo nadie en la lista de Luis Aragonés. En 2010 y en 2012 estuvieron Llorente y Javi Martínez, sin embargo no jugaron en los choques decisivos. En Sudáfrica, el punta solo participó en el duelo de octavos contra Portugal y el de Aiegi, frente a Chile en los grupos. El de Rincón de Soto no se vistió de corto en la Euro de Polonia y Ucrania y el concurso de Javi se limitó de nuevo a un compromiso de la fase inicial.
Los últimos leones en tener minutos en rondas tan avanzadas de un gran torneo fueron Sarabia y Urkiaga en 1984. Los dos fueron titulares en la final contra Francia, de infausto recuerdo para Arconada, y entraron desde el banquillo en la semifinal frente a Dinamarca. Se da la curiosidad de que ambos marcaron sus respectivos penaltis en la tanda. Sarabia, de hecho, convirtió el quinto y decisivo. Goikoetxea y Zubizarreta también formaban parte de aquella España. El zaguero fue titular en los tres encuentros de la primera fase, sin embargo una lesión le privó de los mejores momentos. El meta, 22 años por entonces, estuvo a la sombra de Arconada.
Desde 2012 hasta la fecha, España no había alcanzado estas cotas. Aunque tampoco los leones habían tenido mucho protagonismo. En el Mundial de Brasil no hubo ninguno. En la pasada Euro (2016) fueron San José y Aduriz. El navarro no se estrenó y el ariete acumuló 81 minutos, todos entrando como refresco. En el Mundial 2018 estuvo Kepa, pero como suplente de De Gea.
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