El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) expresó este domingo su “preocupación” por un posible recorte de la ayuda destinada a Afganistán, en un momento en el que los niños “corren más riesgo que nunca”.
“Sabemos que algunos socios se están planteando recortar la ayuda a Afganistán. Esto es muy preocupante y plantea algunos interrogantes importantes”, lamentó el director regional de la agencia de la ONU, George Laryea-Adjei.
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Así, Laryea-Adjei cuestionó si Unicef contará con suficientes recursos para mantener los centros de salud en funcionamiento y garantizar que las mujeres embarazadas puedan dar a luz sin arriesgar sus vidas. También se cuestionó si el organismo podrá mantener las escuelas abiertas o si podrá salvar las vidas de cientos de miles de niños gravemente desnutridos.
“Si la tendencia actual continúa, Unicef predice que un millón de niños menores de cinco años en Afganistán sufrirán desnutrición aguda severa, una condición que pone en peligro su vida”, alertó, antes de recordar que, mientras tanto, “más de cuatro millones de niños, entre ellos 2.2 millones de niñas, están sin escolarizar”.
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No son los únicos datos aportados por Laryea-Adjei. “Alrededor de 300 mil niños se han visto obligados a abandonar sus hogares, algunos en pijama mientras dormían, otros mientras se sentaban tranquilamente a leer los libros de texto”, añadió, antes de remarcar que “demasiados de ellos han sido testigos de escenas que ningún niño debería ver jamás”.
También se refirió a los problemas que los menores afganos acarrean en materia de salud mental. “Los niños y adolescentes están luchando con ansiedades y temores, y necesitan desesperadamente apoyo en materia de salud mental”, afirmó.
“Los jóvenes y los niños nos han dicho que necesitan desesperadamente los artículos y servicios más básicos, necesidades a las que, con apoyo, la comunidad humanitaria puede responder fácilmente”, resaltó Laryea-Adjei.
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“Unicef lleva 65 años en Afganistán y tiene presencia sobre el terreno en todo el país”, señaló, enumerando algunas de las acciones que la agencia dependiente de Naciones Unidas ya ha puesto en marcha, como el apoyo a equipos móviles de salud y nutrición en campamentos de desplazados internos o el establecimiento de espacios amigables para los niños.
“Pero se necesitan más recursos”, lamentó. Unicef lanzó recientemente un llamado para conseguir 192 millones de dólares e instó a los donantes a que aumenten su apoyo a las familias y niños vulnerables que están luchando en medio de una crisis humanitaria “cada vez más grave”. (Europa Press)
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