El verano empezó con un verdadero terremoto para Los Angeles Lakers después de que LeBron James lanzara un globo sonda sobre su posible retirada anticipada. Para fortuna de los angelinos y sus seguidores, la estrella y referente del la franquicia y la NBA comentó un tiempo después de que todavía no había llegado su hora y volvería a estar con el equipo… al menos un año más. La maquinaria en los despachos se activó de inmediato y pronto se solucionaron las renovaciones clave y las nuevas incorporaciones para consolidar un proyecto que apunta muy alto.
Darvin Ham, desde el campus de Basketball without Borders en Sudáfrica, asegura que su equipo tiene potencial para levantar el anillo. “Absolutamente. Tenemos el liderazgo de LeBron James y Anthony Davis; talento que vuelve en Rui Hachimura, Austin Reaves y D’Angelo Russell”, comenta para ESPN. “Luego, piensas en los tipos que hemos añadido, en Gabe Vincent, Taurean Prince, Cam Reddish y Jaxson Hayes. Pienso que el cielo es el límite”.
El técnico, que en su temporada de debut en la primera plana de los banquillos el curso pasado vivió una auténtica montaña rusa de emociones y resultados, recuerda que no todo se limita al talento y la fortuna con la salud y las lesiones: “Un entrenador por que le trabajé siempre decía, ‘el equipo más unido será el que gane’“. Ham está encantado con el grupo que han reunido los Lakers para la temporada 2023-2024. “Hemos añadido profundidad, mucho talento, tamaño y capacidad atlética, así que tengo ganas de ver cómo lo hilamos todo”, apunta.
Reaves: “Lo único que nos importa es el anillo”
Desde la concentración del Team USA, una de las grandes sensaciones de la plantilla y también del combinado estadounidense que encara el Mundial, el escolta Austin Reaves ha analizado la situación de los Lakers de cara al próximo curso. “Me siento muy, muy bien con lo que hemos hecho. Recuperas el núcleo duro que llegó a las Finales de la Conferencia Oeste el año pasado, y las nuevas piezas encajas bien con las necesidades que tuvimos y nos faltaron entonces”, comenta el jugador de 25 años.
Cuando piensa en objetivos concretos, Reaves no se corta: “El principal objetivo para los Lakers es ganar el campeonato. Todo lo que me importa, lo único que nos importa, es el anillo, levantar otra banderola en nuestro pabellón”.
Los Lakers empezaron el curso pasado con un nefasto balance de 2 victorias y 10 derrotas que auguró el descarrilamiento definitivo del proyecto. Sin embargo, Ham y sus pupilos consiguieron enderezar el transatlántico y gracias a unos movimientos maestros en el cierre de mercado de Rob Pelinka, GM de la franquicia, el equipo pudo dar un paso al frente, recuperar pegada y clasificarse para los playoffs.
En la fase final de la liga, los angelinos apearon a los Memphis Grizzlies en primera ronda y luego terminaron con los sueños de reválida del anillo de los Golden State Warriors en semifinales de conferencia. En las Finales del Oeste fue donde quedaron claras sus lagunas como grupo, ya que los campeones Denver Nuggets les barrieron sin piedad para despedir su temporada de blancos y negros.
Más allá de la cohesión grupal, el estado físico de LeBron James en la que será su 21ª temporada en la competición –cumplirá 39 años en diciembre-, sumado a la fragilidad histórica de un Anthony Davis que acaba de renovar por tres cursos y 187 millones de dólares, pueden marcar el devenir del proyecto de unos Lakers que se ven ante la última, con suerte la penúltima, oportunidad de ganar un anillo con El Rey dentro del proyecto.