Urgen detener uso de plaguicidas y fomentar la producción campesina ecológica, para proteger a los polinizadores

Durante el 2017 se perdieron el 17 por ciento de todas las colmenas, entre otros factores, por el uso desmedido de plaguicidas y agroquímicos altamente tóxicos.

El Consejo Civil Mexicano para la silvicultura Sostenible hace un llamado a revisar la normatividad en el uso de plaguicidas y agroquímicos y a retirar los plaguicidas considerados altamente peligrosos por su elevada toxicidad para la salud y sus impactos al medio ambiente.

En el marco del Día Internacional de las Abejas, que se celebra este 20 de mayo (fue decretado por la ONU en 2018 debido a la emergencia por la pérdida de colmenas de abejas melíferas en el mundo), apuntó que de acuerdo con un estudio de la Sociedad Latinoamericana de Investigación en Abejas, en México durante el 2017 se perdieron el 17 por ciento de todas las colmenas, entre otros factores, por el uso desmedido de plaguicidas y agroquímicos altamente tóxicos.

Señaló que además de los efectos dañinos para el medio ambiente, la pérdida de las abejas afecta severamente a los medios de vida de las familias campesinas dedicadas a la producción de miel.

Los apicultores de la Península de Yucatán, en su mayoría pertenecientes a comunidades indígenas mayas, han visto severamente afectados sus medios de vida por la pérdida de sus colmenas debido a los procesos acelerados de deforestación ocasionados por los monocultivos como la soya, el crecimiento urbano, los megaproyectos energéticos y de infraestructura. En esta región se produce el 90 por ciento de la miel del país.

Apenas en 2018, en el municipio de José María Morelos, Quintana Roo, decenas de familias de apicultores de la localidad de Candelaria perdieron su patrimonio debido a una fumigación realizada con el neoticonicoide fipronil, compuesto químico altamente tóxico para las abejas, en campos agrícolas cercanos a los apiarios. Un caso similar ocurrió en el Ejido de Dzonot Carretero, en el municipio de Tizimín, Yucatán, sin que los apicultores hayan sido indemnizados por los daños hasta la fecha.

El fipronil es un compuesto prohibido en otros países debido a su elevada toxicidad para las abejas, sin embargo, en nuestro país se utiliza sin ninguna restricción. De hecho, en México se comercializan 183 ingredientes activos para elaborar plaguicidas considerados altamente peligrosos o que están prohibidos en otros países. Las autoridades mexicanas, lideradas por la Cofepris, no sólo permiten el uso de estos químicos, sino que además no vigilan cómo y en qué cantidades se usan en los campos mexicanos y con qué impactos para el medio ambiente, los polinizadores y la salud humana.

“El trabajo de los campesinos es fundamental para mantener la abundancia, diversidad y salud de los polinizadores usando prácticas innovadoras que integren los conocimientos y la experiencia local y científica y diversificando los cultivos para que los polinizadores tengan siempre a su disposición recursos alimentarios y refugio. Necesitamos aumentar la colaboración entre las organizaciones nacionales e internacionales, las entidades académicas y las redes de investigación para monitorear, investigar y evaluar los polinizadores y los servicios de polinización”, subrayó.

En el Día Internacional de las Abejas, el CCMSS hace un llamado a prohibir la venta y el uso de los plaguicidas altamente peligrosos y a regular la forma en que se emplean los insumos químicos. Este es un tema urgente para lograr la autosuficiencia alimentaria, conservar los medios de vida de las comunidades que viven y cuidan los territorios, detener la degradación ambiental y hacer frente al cambio climático.

“El compromiso de la nueva administración con lograr la autosuficiencia alimentaria necesariamente pasa por eliminar el uso de los agroquímicos que hoy por hoy no solo amenazan a las abejas y otros polinizadores, sino que también han degradado el suelo, contaminado el agua, afectado gravemente la salud de las familias campesinas y llegado a nuestras mesas a través de los alimentos. En sus manos está la posibilidad de comenzar a revertir esta situación, impulsando una producción agroecológica y apoyando a las comunidades que están manejando de manera integral sus territorios”, afirmó Sergio Madrid, director del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.




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