“Eso no es el distintivo de este gobierno, nosotros queremos la paz”, afirmó el presidente.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el uso de gas lacrimógeno contra la caravana de migrantes centroamericanos es “un caso aislado que desde luego no vamos nosotros a aplicar siempre”.
El lunes, elementos de la Guardia Nacional impidieron el paso de hondureños y guatemaltecos que continuaban llegando a los puntos fronterizos de Tabasco e intentaron romper el cerco fronterizo. De acuerdo con reportes de medios y videos que circulan en redes sociales, el cuerpo de seguridad roció gas lacrimógeno contra los extranjeros.
“Eso no es el distintivo de este gobierno, nosotros queremos la paz. Queremos resolver las discrepancias con diálogo y acuerdo”, afirmó durante la conferencia matutina.
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“Resistieron mucho los de la Guardia Nacional porque hubo también de parte de los migrantes agresión, incluso, tiraron piedras. Sin embargo, resistieron los de la Guardia Nacional, no se cayó en la trampa de responder con violencia; que eso es lo que posiblemente buscaban los dirigentes de estas caravanas y nuestros adversarios”, agregó.
Afirmó que la situación “afortunadamente no pasó a mayores” y reiteró que la instrucción que tiene la institución es que no se utilice la fuerza. “El que no tiene la razón recurre a la fuerza bruta, el que tiene la razón no tiene porqué utilizar la fuerza”.
El mandatario federal apuntó que algunos integrantes de la caravana migrante fueron engañados, ya que les dijeron que no iban a tener ningún problema para llegar hasta la frontera norte. Sin embargo, expresó, que cuando se dieron cuenta que en México había opciones de refugio y trabajo, y que no era cierto que sus dirigentes habían conseguido un pase automático, “desistieron y voluntariamente están regresando”.
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“Ayer regresaron como 200, 300. Hoy también regresan otros y otros también están aceptando trabajar. Algunos que están regresando se les está consiguiendo empleo”, precisó.
Reiteró que el su gobierno le está dando protección a los centroamericanos pues no se quiere que lleguen al norte y puedan ser enganchados o ser víctimas de la delincuencia.
“Desde luego genera mucha polémica todo este asunto, pero buscamos respetar y cuidar los derechos humanos”, aseveró.