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Valanciunas se pronuncia sobre el posible futuro de Jokubaitis y Jasikevicius en la NBA

Valanciunas se pronuncia sobre el posible futuro de Jokubaitis y Jasikevicius en la NBA

Jonas Valanciunas (Utena, Lituania, 06-05-1992) domina la pintura y también la escena. Raro verle esbozar sonrisa alguna, resulta complejo descifrar la emoción que transmite al momento. Se muestra receptivo, pues quiere que le ‘disparen’ recién salido de la ducha post-partido, a punto de empezarse a vestir. “¿Unas preguntas? Adelante, estoy listo”, empieza diciendo el pívot de los Pelicans. Pero lo desconcertante viene después.

Valanciunas, bromenando con Willy Hernangómez

Getty Images

“Te dejo hacer unas preguntas con una condición: no me preguntes por Willy”, suelta Valanciunas. A su serio tono se suman sus imponentes 2,13, su rostro impertérrito y un ‘look’ que da respeto, barba frondosa y reluciente media melena engominada hacia atrás perfectamente asentada, sin ni un pelo fuera de sitio, a lo Michael Corleone.

“Willy es un chico fantástico, siempre se mantiene humilde, trabajando duro y esperando su oportunidad. Es un chico de vestuario, que lo pone todo muy fácil, es un chico que me encanta”, confiesa el lituano, confirmando, que efectivamente, estaba ‘vacilando’. Antes de empezar la conversación se había quedado unos segundos mirando fijamente hasta que, a ‘trancas y barrancas’, forzó una pequeña sonrisa como luz verde para empezar, como muestra de satisfacción de su manejo de su humor inexpresivo.

“No me preguntes por Willy”

Sentado unos pocos sitios más a la derecha, se parte de risa Willy Hernangómez con su compañero de equipo y posición, la de pívot, esa que comparten hasta cuatro jugadores en los Pelicans, el lituano, Larry Nance Jr., Jaxson Hayes y el español, tercero y durante gran parte del curso hasta cuarto en la rotación del ‘5’ tras Valanciunas y los dos interiores estadounidenses.

No es habitual disponer de tanto ‘grande’ -y menos en esta NBA que tiende al ‘small-ball’-, pero los cuatro ‘gigantes’ de New Orleans comparten esa posición de pívot felices, como si fueran hermanos con una peonza que nunca sabes para donde va a caer en el conjunto de Louisiana dado lo impredecible que es su entrenador, Willie Green, capaz de dejar a Valanciunas, titular, en la mitad de minutos que sus suplentes, de poner en la pista a uno de sus interiores 20 minutos dos encuentros seguidos para dejarlo en el banquillo los cuatro siguientes envites.



Como es el caso de Willy. La ha tocado al mayor de los Hernangómez que la peonza le da la espalda muchas veces este curso, sin minutos en la mitad de los 71 partidos que han disputado estos desplomados Pelicans, en la terna de los equipos revelación -llegaron a ser terceros del Oeste-, hasta que Zion Williamson se rompió en enero. Sin el número 1 del draft de 2019, un balance de 12-23 para un equipo hasta entonces con 21-14 que ahora estaría fuera incluso del play-in. 

“El principal objetivo es estar en playoffs. ¿Superar la primera ronda del año pasado? Primero hay que llegar y luego ya veremos. Todavía quedan partidos”, advierte un Valanciunas que, como la propia franquicia, ha tenido que rebajar las expectativas, pues, en una entrevista con la NBA antes del percance de Williamson, hablaba de “ir más allá” de primera ronda. Una progresión lógica dado el buen rendimiento hasta entonces de los Pelicans y la buena impresión que ofrecieron en los playoffs del año pasado tras ganarle dos partidos al mejor equipo del Oeste, los Suns, a pesar de la eliminación (4-2).

Williamson, lesionado desde el 2 de enero

Gerald Herbert / AP

New Orleans sigue en pie en el anárquico Oeste pero se hace difícil pensar que la franquicia de Louisiana pueda mantener el equilibrio para llegar lejos con la incierta fecha de retorno de Williamson y a pesar del impacto de Brandon Ingram, CJ McCollum y del propio Valanciunas, con 14,2 puntos media, 9,7 rebotes y 1,6 asistencias de promedio con un 55% en tiros de campo y un 34% en triples en 24,7 minutos.

Siguiendo la tradición de Arvydas Sabonis

El corte de pelo y la barba son de los mejores delatores del paso del tiempo, fácil de identificar el año acorde con un ‘look’ como sucede con la música. El cabello y la barba de Valanciunas han ido creciendo y evolucionando a la par que su juego, adaptado a la moda como la ha hecho su pelo, del ‘hairstyle’ homogéneo y rapado de sus inicios en los Raptors a ese ‘degradado’ que no puede faltar en el corte estándar de hoy. Y es curioso que, el Jonas de hoy, ensanchado y con esa densa barba, parece más tosco que el de ayer, fácil de encasillarle en la descripción de pívot clásico. Pero es más ‘refinado’ que nunca. Y no lo dice él.

“Ha ido mejorando con el paso de los años y sigue mejorando. Ha mejorado como ‘playmaker’ , lee muy bien los cortes. Ha llegado a tener casi una mentalidad de ‘el pase primero’. Y en eso ha dado un paso adelante”, destacó, cuando los Pelicans visitaron Toronto hace un mes, Nick Nurse, que tuvo al lituano a sus órdenes como asistente de los Raptors entre 2013 y 2018 y primer entrenador del curso 18-19, cuando Valanciunas salió traspasado a los Grizzlies a cambio de Marc Gasol para que ‘Big Marc’ ganara su anillo ese año junto a Serge Ibaka.

Valanciunas y Sabonis, enfrentándose en un partido esta temporada

Getty Images

“El límite es el cielo, intento añadir algo a mi juego cada noche, aprender algo, ser mejor en algo”, destaca Valanciunas, de casi no repartir a asistencias a llegar a promediar 2,6 el año pasado y de no tirar de tres a llegar a un 36% también el curso pasado con 2 intentos por partido, esforzándose para cumplir los requisitos del pívot moderno.

“El físico va bajando (con la edad). Se trata de entender eso, de ser un jugador inteligente. Intento ser yo mismo, hay que seguir empujando, esta liga es muy dura”, subraya el pívot, siguiendo la tradición de interiores lituanos con profunda visión de juego iniciada por Arvydas Sabonis junto a su hijo, Domantas Sabonis (Sacramento Kings), únicos jugadores de Lituania ahora mismo en la NBA.

“Mi límite es el cielo”

Rokas Jokubaitis podría ser el siguiente, con los New York Knicks manteniendo su interés en el base azulgrana, con cuyos derechos se hicieron después de que los Thunder lo seleccionaran el 34 en el draft de 2021. El entrenador del conjunto neoyorquino, Tom Thibodeau, reconoció a MD que le gustaría verle este próximo verano en la Summer League.

“¿Rokas el año que viene en la NBA? No sé. Está mostrando un buen baloncesto, jugando buenos minutos. Junto a Saras tienen una buena conexión juntos. Lo está haciendo bien, si continúa así, está sano y es productivo este verano será fantástico”, resalta Valanciunas, que conoce bien a un Saras Jasikevicius con el que coincidió como jugador en el Lietuvos Rytas en 2010. El técnico del Barça reconoció el año pasado en una entrevista con Piti Hurtado en DAZN que no cierra las puertas a entrenar algún día en la NBA.

Jasikevicius y Valanciunas coincidieron en el Lietuvos Rytas en 2010

Getty Images

“Jasikevicius lo está haciendo bien. Siempre tiene al equipo arriba en la Euroliga y la liga, es un cerebro de este juego, el baloncesto. Es un entrenador fantástico. Puede hacer cualquier cosa y tiene la oportunidad de ir a donde quiera ir”, destaca el pívot, que reconoce que también le gusta otro buen ‘elemento’ que podría reforzar la presencia lituana en la NBA, Matas Buzelis, proyectado en el número 1 del draft por el especialista de la ESPN, Jonathan Givony, y MVP del Basketball Without Borders, el evento de jóvenes paralelo al All-Star del que también formó parte Aday Mara.

Un baloncesto lituano sediento de éxitos, sin medalla en un gran campeonato desde el bronce del Mundial de 2010. Tampoco pudo ser en el último Eurobasket, en el que cayó en octavos contra España, con un Willy Hernangómez que ‘le mojó la oreja’ a su compañero de equipo, 21 puntos para el español y sólo 6 para el lituano. Precisamente es otro Mundial la competición en la que Lituania tendrá una nueva oportunidad.

“Jasikevicius es un cerebro del baloncesto”

“Lo primero es que se acabe la temporada y llegue todo el mundo sano antes de volver al trabajo. Va a ser un verano duro, hay grandes equipos y nos tendremos que preparar duro. ¿Si nuestro objetivo es una medalla? Muchos equipos hablan de medallas antes del torneo pero nosotros nos mantenemos humilde, tenemos un equipo joven, con chicos que están aprendiendo juntos. Ya veremos, no me gusta hablar antes de los hechos”, reflexiona Valanciunas.

El pívot da a entender que se ve muchos más años jugando en la NBA, por lo que podría coincidir con los siguientes lituanos que vengan. “Tengo 30 años y me siento bien, la edad es sólo un número. Necesito más descanso y cuidarme pero me siento bien”, asegura Valanciunas, quien tiene contrato hasta 2024. 

Donde no llegue con el físico, lo hará con lo que le ha dado su evolución como jugador. Su tiro de tres, ese intelecto que también usa para ‘intimidar’ a su manera. Aunque no necesita asustar mucho más Jonas Valanciunas, quien, sin el privilegio de ser una estrella, es de esos que se ha ganado un respeto máximo en la mejor liga del mundo.

El debate NBA – Euroliga

“La Euroliga tiene un basket fantástico”

Con el amistoso entre Dallas Mavericks y Real Madrid con fecha concretada -10 de octubre-, y con la posibilidad real de que los equipos de Euroliga participen en el torneo de media temporada que quiere implementar la NBA, se han reavivado las comparaciones entre el baloncesto estadounidense y el europeo. Jonas Valanciunas también tiene su opinión de lo que podría pasar:

“Son baloncestos diferentes. El de la NBA es más atlético, se juega con más ritmo. El de la Euroliga es de más jugadas, se juega más con estructuras, está más relacionado con la preparación de los partidos. Es difícil de decir, la Euroliga tiene un baloncesto fantástico pero es complicado decir lo que podría pasar”, respondió el interior de Utena.




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