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Vall Banc, la referencia digital de la banca de Andorra


La velocidad a la que se sucede la evolución digital es imparable, y la banca trabaja para no quedarse atrás. Solo de esta manera podrá anticiparse a los nuevos hábitos digitales del cliente, crear nuevos productos y servicios, y mejorar la usabilidad y la funcionalidad de las aplicaciones que ya ofrece. Lo sabe bien Edmon Pallerola, Chief Operation Officer (COO) de Vall Banc, quien dirige desde hace seis meses el proceso de transformación digital integral en el que está inmerso la entidad andorrana.

El reto al que se enfrenta este banco fundado en 2015, con un negocio muy enfocado en la banca privada y las inversiones, es ambicioso: convertirse este año en el banco digital líder de Andorra. Para conseguirlo, Vall Banc migrará a lo largo de esta primavera toda su infraestructura tecnológica a la macroplataforma digital RSI, que ya utilizan 75 entidades financieras con un nivel de satisfacción de experiencia de usuario muy elevado.

Esta plataforma cuenta con más de ocho millones de clientes que realizan una media de 5.000 millones de transacciones al año, y es la solución perfecta para bancos de un tamaño mediano como Vall Banc, ya que les permite competir en igualdad de condiciones con las grandes corporaciones. La protección de todos los datos de los usuarios está, además, asegurada. “Las inversiones en este campo son elevadísimas. Compartir ese coste con otras entidades te permite garantizar un nivel de seguridad de la información que solo bancos de primer nivel pueden tener”, confirman desde Vall Banc.

“Esta decisión nos permitirá ser más ágiles y eficientes. A partir de ahora, los clientes de Vall Banc van a poder acceder a una serie de servicios, productos innovadores y aplicaciones que, por nosotros mismos, no podríamos desarrollar. Disfrutarán así de una oferta digital claramente exclusiva y diferenciadora, nunca vista hasta ahora en la banca de Andorra”, explica Pallerola.

Las herramientas más avanzadas

La tecnología está en el propio core de negocio de Vall Banc desde que nació. En la actualidad es la única entidad del Principado que utiliza la herramienta más avanzada de gestión de riesgos y construcción de carteras, la plataforma Aladdin de BlackRock. Y en los próximos meses multiplicará las aplicaciones y servicios innovadores a la velocidad que demandan sus clientes, que ocupan un lugar destacado en la hoja de ruta de digitalización trazada por el banco. “La innovación y la transformación digital nos obligan a reinventarnos para cambiar el modelo”, sostiene el COO de Vall Banc.

Las personas que integran la organización ­–directivos y empleados– juegan un papel aún más importante en este proceso de digitalización. “Deben ser profesionales dispuestos siempre a evolucionar, que no tengan creencias estáticas en el mundo financiero grabadas a fuego. Al contrario, necesitamos personas muy dinámicas, inteligentes, capaces de salir de su zona de confort, con una mente muy abierta y que abracen el cambio, porque el mercado en el que nos movemos es tan rápido que si no eres capaz de adaptarte a ese cambio te quedarás enseguida obsoleto y te acabarás por extinguir”, prosigue el directivo.

El sector siempre está en continua renovación e innovación para dar al usuario la mayor experiencia satisfactoria, adaptándose a los nuevos hábitos y necesidades del cliente. El proceso es imparable

Edmon Pallerola, Chief Operation Officer (COO) de Vall Banc

Aumentar la eficiencia interna de la entidad y su productividad es otro de los objetivos que persigue la banca con la digitalización. Para conseguirlo, los bancos deben utilizar en sus procesos diarios la inteligencia artificial (IA) y todo el potencial que proporcionan las nuevas tecnologías: identificación del usuario, reconocimiento facial y de voz, procesamiento del lenguaje, aprendizaje automático…

Porque el proceso de transformación digital no se acaba nunca. “Tampoco el de la banca, ya que es una tarea indefinida e infinita. El sector siempre está en continua renovación e innovación para dar al usuario la mayor experiencia satisfactoria, adaptándose a los nuevos hábitos y necesidades del cliente, que cambian de manera constante. El proceso es imparable y en él, todos ganamos”, concluye Pallerola.


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