“Creo que la ley pretende equilibrar ese desorden social que se ha dado”, dijo el presidente de la Comisión de Justicia del Senado.
Uno de los temas prioritarios para el próximo periodo ordinario del Senado, que arranca el 1 de febrero, es el de la regulación del uso lúdico, medicina, de investigación e industrial de la cannabis.
En entrevista para Aristegui Noticias, el senador Julio Menchaca, presidente de la Comisión de Justicia del Senado, detalló que el anteproyecto responde al resultado de un proceso de parlamento abierto tras la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por declarar inconstitucionales varios artículos de la ley de Salud, donde se elimina la prohibición del consumo lúdico de la mariguana.
El senador Menchaca señaló que el anteproyecto elaborado por las Comisiones Unidas de Justicia, Salud y de Estudios Legislativos, tiene como objetivo “descriminalizar una situación que ha generado, en los últimos años, en nuestro país: violencia, crimen organizado e ilegalidad”. Aseguró que se trata de visualizar un proyecto con un interés de paz y seguridad, e incorporar a la legalidad algo que existe en nuestro país.
“No solo somos un territorio de paso hacia Estados Unidos, hay una gran cantidad de consumidores, hay una demanda de productos derivados de cannabis que pueden atender un sin fin de enfermedades y que también ha sido motivo de discriminación el uso de la mariguana”, expuso.
Resaltó que de ser aprobado, la cannabis, un producto que ha sido prohibido durante los últimos 100 años, podrá tener las reglas de uso y conformidad, a todo lo que escuchamos de expertos, de jóvenes, de médicos, de consumidores, de interesados, de campesinos.
Menchaca aseguró que el antoproyecto tiene un aspecto de respeto a los Derechos Humanos de paz, seguridad y desarrollo sostenible “a través de proteger a un sector que ha sido el más golpeado en todo el proceso, los campesinos que sino han sido amenazados para cosechar, han perdido la vida o han estado sujetos a un empobrecimiento y persecución”.
“Creo que la ley pretende equilibrar ese desorden social que se ha dado y, ante la inminente regulación, generar las condiciones para que los sectores que han sido afectados tengan una posibilidad de desarrollo sostenible”, dijo.
Explicó que dentro de este contexto, la regulación tiene sus limitaciones, pues se seguirán casi las mismas reglas que cualquier otro psicoactivo, como el alcohol o tabaco. “Es permitido, está regulada su venta, su comercialización, pero tiene reglas, políticas públicas para inhibir el uso en menores, debe haber la suficiente información, debe haber los elementos de controlar el uso problemático del cannabis y deben darse los estímulos de que los productores puedan tener mano en la actividad comercial“, detalló.
Agregó que el Estado tiene la obligación de condiciones de políticas públicas y competencia económica, para eso se está trabajando en un órgano que se encargue de la supervisión, el cual podría ser llamado el Instituto Mexicano del Cannabis.
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