Raphael Varane se disfrazó de Sergio Ramos para liderar la remontada del Madrid ante el colista de LaLiga y frenar momentáneamente la hemorragia blanca. Un doblete del central en dos acciones a balón parado bastó para enderezar un partido que se puso muy cuesta arriba para el equipo de Zinedine Zidane después del golazo de Javi Galán.
El Madrid aterrizó en El Alcoraz en cuadro y con la misión ineludible de sumar tres puntos balsámicos que aliviaran una crisis galopante. La operación de menisco de Sergio Ramos, que le tendrá de baja alrededor de dos meses, ensombreció todavía más el panorama de los blancos, diezmados por el pelotón de bajas que acumula en este tramo de la temporada.
En ausencia del capitán emergió la figura de Raphael Varane, providencial en defensa para abortar varios contragolpes peligrosos del Huesca y decisivo en el área rival para contrarrestar el golazo de Javi Galán en el amanecer de la reanudación. El central francés ha recogido el testigo de su compañero y lideró al Madrid en El Alcoraz anotando sus dos primeros goles de la temporada. Dos tantos de pillo dentro del área que ya hubiera firmado Sergio Ramos.
Varane llevaba un año y una semana sin marcar gol y ante el Huesca celebró su segundo doblete de blanco. El tanto en el minuto 84’ premió la insistencia blanca y saca al equipo de la UCI por lo menos hasta el próximo compromiso ante el Getafe, donde no podrá contar con uno de sus puntales, Toni Kroos, que vio la quinta amarilla, ni Álvaro Odriozola, desastroso un día más antes de pedir el cambio por lesión.
El Madrid sigue en los huesos y con más dudas que certezas y el sufrido triunfo ante el Huesca da aire a Zidane y a una plantilla castigada por la plaga de lesiones. La vieja guardia liderada por los Courtois, Casemiro, Varane, Kroos y Modric, esa que casi nunca falla, le sacó de nuevo las castañas del fuego a su cuestionado entrenador.
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