Si se acaba reanudando LaLiga 2019-20,una incógnita a día de hoy, el Espanyol dispondrá de once jornadas para intentar atar la salvación, una intensa ‘mini Liga’ no apta para cardíacos en la pelea por mantenerse.
El colista ha sido el equipo del campeonato más azotado por el coronavirus, con hasta ocho jugadores contagiados. De ahí que será clave la recuperación física de todos para afrontar con garantías este ‘rush’ final.
Y habrá dos jugadores llamados a ‘despertar’ de una vez por todas en esta recta final: Matías Vargas y Fernando Calero. Los dos llegaron el pasado verano, previo pellizco importante desembolsado por el Espanyol en sendas operaciones, pero a día de hoy, todavía se les espera.
Tanto el ‘Monito’ como el ex central del Valladolid generaron muchas expectativas con sus fichajes, pero hasta ahora, poco han demostrado. El argentino fue el fichaje más caro del verano y el segundo ahora en la historia del club por detrás sólo de RDT (10 millones).Y por Calero el club catalán pagó la cifra más alta, hasta el momento, por un defensa: ocho millones.
Ninguno de los dos ha tenido continuidad con los tres entrenadores que han pasado por el banquillo perico. Han decepcionado, pero tienen la oportunidad, caso de que se reanude LaLiga, de reivindicarse de una vez por todas y ser importantes en el once de Abelardo en la pelea final que se antoja brutal.
El ‘Monito’ irrumpió con fuerza con David Gallego, pero ha perdido protagonismo luego, tanto con Pablo Machín como con Abelardo. En los primeros meses de la Liga, el argentino fue una de las gratas revelaciones del equipo, pero una lesión y el baile de entrenadores le han perjudicado. En las últimas semana se convirtió en el revulsivo, con minutos a cuentagotas, pero en el club existe la confianza que el ‘Monito’, tiene todavía mucho por dar.
Al igual que Calero, que no ha tenido protagonismo desde que aterrizó. Errores de bulto y el hecho de que Cabrera se haya convertido en el indiscutible central zurdo, lo han relegado al banquillo. Pero acabará teniendo chance y la dirección deportiva tiene confianza en que acabe siendo un bastión en la zaga.
Vargas y Calero son jóvenes y tienen contratos largos (2024), de ahí que sería vital recuperarlos para la causa y ser así piezas vitales en el Espanyol del futuro.
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