Era una opción que se veía venir durante la semana. Confirmada. La del debut con la camiseta del Athletic de
Unai Vencedor (Bilbao, 15 de noviembre de 2000). El del centrocampista de Rekalde fue el cuarto bautizo en Primera esta temporada a las órdenes de Garitano. El primero fue el de Oihan Sancet (también de la generación del 2000) ante el Barça. Le siguieron los de Gaizka Larrazabal en Getafe y el del guardameta Jokin Ezkieta, en la Copa en Tenerife.
Vencedor llegó hace tres años a Lezama procedente del Santutxu. En este curso ha jugado 23 partidos posibles de 24. Se perdió uno por sanción. En su hoja de servicios figuran tres goles, todos de larga distancia. En la víspera, Joseba Etxeberria, su entrenador en el Bilbao Athletic, había comentado que “para él sería el debut, imagínate cómo puede estar. Es una convocatoria muy merecida, un gran año. Está cada vez mejor, a un gran nivel, con un gran rendimiento. Es un premio para él y para el grupo”.
Garitano también habló el sábado de esta apuesta, propiciada por las bajas del intocable Dani García, por sanción, y Unai López, por lesión. “A Unai le conocemos bien y poco a poco iremos metiendo a estos jugadores que vienen pisando fuerte de atrás. Como en otros casos, iremos dando oportunidades a los jóvenes. Estamos creando algo para el futuro, sentando una base para los próximos años”, comentó el técnico de Derio.
Con el dorsal 27 a la espalda, Vencedor no tardó ni diez segundos en dejar un recadito de presentación al exrojiblanco Iñigo Pérez. Tuvo poca presencia en la creación, pocos pases y la mayor parte de seguridad. En corto o hacia atrás. Solo al final del primer tiempo se animó con un buen lanzamiento en largo a Williams. Poco antes, en el minuto 37, había protagonizado su mejor acción, robo cerca del área de Unai Simón y salida con potencia, cortada en falta por Roncaglia, que se llevó una tarjeta amarilla por esa acción.
Fue el encargado de la puesta en acción de las jugadas de estrategia, sin demasiada suerte. La mejor, una que puso en el área llegando a la media hora de juego. En el minuto 26 se había ganado una amarilla por sacar sin permiso del frustrante González Fuertes. Una pérdida suya provocó una falta de Capa que, a la postre, acabó suponiendo el 0-1 con ese gol de Oier. Sufriendo en el debut. A Sancet, que salió al comienzo de la segunda parte, el Granada en diciembre también le hizo saber que la Primera es otra cosa.
En el minuto 56 vivió su acción más vistosa. Lanzó una falta directa que se envenenó al golpear en la barrera y acabó en el travesaño. Vencedor fue relevado en el minuto 74. Hasta ahí llegó su primer viaje en Primera. Dejó su sitio a Ibai, que entró para tratar de alimentar de balones a un Aduriz que había ingresado por antes en el tapete. Peaje.
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