Venezuela anuncia su tercera reconversión en 20 años y le quita seis ceros más al bolívar


El Gobierno venezolano anunció este jueves una nueva reconversión de su moneda, la tercera en lo que va de siglo, con la que quitará seis ceros más al bolívar soberano, que se transformará en el bolívar digital, pese a que continuará teniendo billetes y monedas.

El nuevo bolívar entrará en vigor el próximo 1ero de octubre de 2021 “al aplicar una escala monetaria que suprime seis ceros a la moneda nacional. Es decir, todo importe monetario y todo aquello expresado en moneda nacional se dividirá entre un millón (1.000.000)”, detalló el Banco Central de Venezuela (BCV) en un comunicado.

El bolívar soberano, que nació en 2018 tras una reconversión monetaria que eliminó otros cinco ceros a la moneda, ha desaparecido casi en su totalidad de las calles debido a la hiperinflación y la devaluación.

Actualmente, 4,036,194 bolívares soberanos se cambian por un dólar, según el último reporte del BCV, mientras que el billete de más alta denominación es el de un millón.

La actual divisa sustituyó al bolívar fuerte, creada en 2007 aunque comenzó a circular el 1 de enero de 2008, que ya supuso la eliminación de otros tres ceros a la moneda venezolana, por lo que la moneda venezolana habrá perdido, después del 1 de octubre, 14 ceros en 13 años.

El economista Juan Carlos Guevara advierte que para “que una conversión monetaria pueda ser exitosa se requiere de dos condiciones, la primera un bajo nivel de inflación y la segunda que esa inflación esté controlada eso explica porqué Venezuela digamos que fracasó en sus intentos anteriores de reconversión monetaria”.

LA DIGITALIZACIÓN COMO EXCUSA

El BCV aseguró que el actual “cambio de escala monetaria” se apoya “en la profundización y desarrollo de la economía digital” en Venezuela y lo considera como “un hito histórico necesario en un momento en que el país comienza el camino de la recuperación económica”.

A pesar de ello, contará con monedas de un bolívar y billetes de 5, 10, 20, 50 y 100 bolívares, todos ellos con el rostro del libertador, recreada digitalmente en 2012, en el anverso y una alusión a la batalla de Carabobo, clave en la independencia, en el reverso.

“La introducción del bolívar digital no afecta al valor de la moneda, es decir, el bolívar no valdrá ni más ni menos, solo que para facilitar su uso se está llevando una escala monetaria más sencilla”, añadió la información.

Debido a la devaluación del actual bolívar soberano, los billetes habían desaparecido en su práctica totalidad, ya que el de mayor denominación, el de un millón de bolívares, vale cerca de 25 centavos de dólar y con él apenas se puede comprar dos pasajes de autobús urbano en Caracas.

En caso de querer pagar en bolívares, la mayoría de los pagos se hacen con tarjeta o con transferencias automáticas a través de una plataforma llamada Pago móvil.

Ante la debilidad del bolívar y su escasa capacidad de compra, Venezuela vive un proceso de dolarización transaccional, por lo que la divisa estadounidense es la mayoritaria a la hora de hacer pagos con dinero en efectivo.

El nuevo bolívar, pese a que su creación está sustentada por el BCV en la digitalización de la economía, se enfrentará a un problema idéntico al que padecía el soberano: la mala conexión de internet y los constantes cortes de energía.

Por esos problemas, para los ciudadanos es imposible, en muchas ocasiones, el pago a través de plataformas e, incluso, el uso de datáfonos.

PARA LA OPOSICIÓN, UN FRACASO

El anuncio de este nuevo bolívar digital fue interpretado por la oposición como una muestra del “fracaso” de las políticas económicas del Gobierno de Nicolás Maduro.

“Anuncian una nueva reconversión y la próxima entrada en vigencia del Bolívar Digital. ¡14 ceros menos no son una recuperación! Son la muestra de la destrucción económica del régimen”, escribió en Twitter el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, quien consideró que la moneda venezolana “cada vez vale menos”.

Por su parte, Julio Borges, nombrado por Juan Guaidó comisionado para las Relaciones Exteriores, subrayó que la nueva medida es “un síntoma inequívoco del fracaso de una política económica”.

A su juicio, “la hiperinflación seguirá galopando y, en unos meses, esta nueva reconversión terminará como las otras, en fracaso”.

“La solución es un programa de estabilización macroeconómica que permita recuperar la producción, sanar las finanzas y restablecer el poder adquisitivo”, comentó.

El director de despacho Guaidó, Luis Somaza, se sumó a las críticas al considerar que “quitarle nuevamente seis ceros a la moneda es una demostración del fracaso económico al que Maduro tiene sometido al país”.

“Esto solo se traduce en más inflación y mayor pobreza para nuestra gente. La única forma de recuperar Venezuela es sacando a Maduro de (el palacio presidencial de) Miraflores”, concluyó.


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