Max Verstappen completó su gran golpe. Pocos apostaban por él antes del inicio del fin de semana en el GP de la Emilia Romagna de F1 2022. Ferrari, con mayor carga aerodinámica y un coche fiable, llegaba con Leclerc líder y como favorito. Los fans italianos llenaban las gradas de color rojo y vislumbraban un doblete. Ahí, en tierra hostil, Max Verstappen completó su gran obra. A priori, con todo en contra desde el inicio, el vigente campeón fue capaz de asaltar la plaza italiana y birlarle la joya más preciada a los de Maranello, a escasos 70 kilómetros de la fábrica ferrarista, ante sus ojos, al estilo de mejor ladrón de guante blanco, como si de George Clooney en la Trilogía Ocean’s’ se tratara. Max le arrebató la alegría a los ferraristas con un Grand Chelem único: se llevó la victoria, la vuelta rápida, lideró todos los giros, hizo la pole el viernes, y además, se llevó la carrera al sprint del sábado. Histórico.
Todo ello, con un Red Bull que esta vez no le dejó tirado. Max completó un doblete más que necesario para él y para los de Milton Keynes junto a la segunda posición de Pérez, noqueando la moral de un Ferrari al que todo le salió del revés. Sainz abandonó en el primer giro por un toque de Ricciardo y Leclerc, cuando era tercero, se fue contra el muro y terminó 6º. Verstappen empezó el fin de semana a 46 puntos de Charles. Lo termina a solo 27 con dos abandonos en 4 carreras. Hay Mundial, mucho Mundial, y Verstappen y Red Bull parecen haber reaccionado.
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Para Ferrari las cosas empezaron mal desde el inicio por el accidente de Sainz en clasificación y la segunda posición de Leclerc al no poder completar su último intento de Q3 por una bandera roja. Los ‘tifosi’ saltaron de alegría con Leclerc superando a Max en la salida de la carrera al sprint y por la tremenda remontada del español. Pero no era más que un espejismo. Red Bull demostró haber reaccionado a lo campeón, lo que necesitaban para demostrar que están muy vivos en la lucha por todo. El conjunto de las bebidas energéticas hizo los deberes y corrigió sus fallos de Australia: El coche aguantó y fue fiable después de los dos abandonos en tres carreras que sumó Verstappen. Y además, cuidó mejor los neumáticos que Ferrari, algo de lo que se había quejado Max en Melbourne.
La cosa estaba complicada para los de Maranello después de ver como Verstappen se merendaba a Charles a falta de dos vueltas en la cita al sprint del sábado, borrando la sonrisa de las caras de los fans transalpinos. Pero este domingo, todos volvieron a soñar al mirar al cielo. La lluvia le podía brindar a Ferrari la oportunidad que esperaban.
Abandono de Sainz y Red Bull domina
Sin embargo, el agua cesó y, con un inicio en condiciones de neumático intermedio, la suerte tampoco estuvo de lado de los italianos. El día empezó con mala pata para Ferrari en el lado de un Carlos al que un error ajeno le volvió a castigar. En Australia falló él. En clasificación también. Pero tras su magistral remontada en la carrera al sprint quería cerrar el fin de semana de forma positiva y Ricciardo se lo impidió. Carlos salió mal, Norris le pasó y Ricciardo se colocó en paralelo. Y ahí, el ‘aussie’ tocó el piano interior, perdió el coche y tocó a Carlos, llevándolo a realizar un trompo y a quedarse clavado en la grava. Segundo abandono consecutivo de Sainz que le aleja aún más de la cabeza.
Verstappen mantenía su posición de líder, y Pérez pasó a Leclerc en el arranque. Todo le salió mal a Ferrari. Tras el ‘Safety Car’ originado por el incidente de Carlos, Charles no pudo reaccionar. Lo intentó en el baile a boxes posterior cuando la pista empezó a secarse. Charles salió al asfalto por delante de un Pérez que había parado un giro antes. Pero el mexicano tenía ruedas más calientes y recuperó la segunda plaza. El líder del mundial se pegaba a Pérez, pero no podía adelantarlo. Si se salía del carril seco para apurar la frenada y adelantar, podía costarle muy caro. Fue ahí cuando actuó con la madurez de un campeón. No arriesgó lo más mínimo. Sabía que con su ventaja de 45 puntos sobre Max al frente de la general, lo más inteligente era minimizar daños.
Gran fallo de Leclerc
Por eso, extrañó que Leclerc actuara de forma contraria poco después. Intentó atacar a la desesperada con un ‘undercut’ en la vuelta 50, parando antes que Pérez. Pero los dos Red Bull no dieron opción copiando dicha estrategia para defenderse. El cielo tampoco iba a ayudar a Ferrari con más lluvia y ahí Leclerc debía dar por buena su tercera plaza, pero cometió un trompo con el que se fue contra el muro, dañando su alerón delantero. Ello le hacía pasar por boxes y salir noveno a la pista. Pudo remontar hasta la sexta plaza, pero consciente de que había perdido puntos que pueden hacerle mucha falta al final del curso.
Más allá de la mala suerte ferrarista, lo cierto es que Red Bull fue merecedor del premio gordo, con un coche con más ritmo, se impuso con contundencia. ¿Será esta la demostración de que Red Bull puede plantar cara definitivamente a Ferrari por el título? La respuesta llegará con la consistencia y fiabilidad que muestre el RB18 en las carreras posteriores. Próxima cita, Miami. Y luego llegará Barcelona, donde muchos llevarán mejoras.
Russell, cuarto y Hamilton, hundido
George Russell completó otro gran fin de semana en lo personal con un Mercedes muy difícil de pilotar. Maximizó sus oportunidades y terminó en la cuarta posición, rozando el podio de Norris. Llamó la atención la cuarta plaza del ex de Williams, ya que Lewis Hamilton solo pudo ser 14º, sufriendo muchísimo tras un Gasly al que no pudo superar en toda la carrera. Tercera cita consecutiva en la que George queda por delante de Lewis, y primera en la que el 7 veces campeón no puntúa. De entre las citas en las que Lewis llegó a la meta y no abandonó, esta es la primera que termina fuera de los puntos desde el GP de España de 2013 (aquel día fue 12º).
Abandono de Fernando Alonso
Fernando Alonso sigue con su mala racha inicial. Esta vez no fue por culpa de la fiabilidad de su Alpine. En esta ocasión, su carrera duró dos curvas. Mick Schumacher cometió un trompo y tocó con la parte trasera de su coche el lateral derecho del monoplaza del ovetense. A partir de ahí, el español perdió posiciones repentinamente y el pontón derecho salió volando. Fernando tuvo que abandonar por tercera vez en cinco carreras, un resultado para nada justo con el potencial de su coche y de las manos del español.