Max Verstappen, con contrato con Red Bull hasta finales de 2020, nunca ha escondido que pudiera cambiar de colores en un futuro en busca de un coche que no solo le permita ganar alguna carrera como su actual RB15, sino un monoplaza que le haga batallar por el título, algo que este curso no puede hacer debido a la superioridad aplastante de Mercedes. El holandés sigue asegurando públicamente que confía en el proyecto del conjunto de las bebidas energéticas, pero su nombre ya hace tiempo que está ligado a un posible futuro en Ferrari y Mercedes. Todo dependerá de los movimientos que se puedan producir de cara al mercado de 2021, puesto que a finales del próximo curso, Vettel, Hamilton y el propio neerlandés terminan contrato con sus respectivas escuderías.
En este sentido, una posible salida de Sebastian, totalmente hundido y sin capacidad de reacción ante el ascenso meteórico de su compañero Leclerc, quien tras sus dos victorias consecutivas en Spa y Monza le ha quitado ya la capitanía en la formación ‘rossa’, podría abrirle las puertas de Maranello a Max. No obstante, son muchos los que opinan que en Ferrari nunca apostarían por la figura de un piloto Top para acompañar a su gran estrella emergente para que no cortaran con su gran proyección. Algo que para Verstappen no tiene sentido pensar. La relación entre el holandés y el monegasco desde sus múltiples batallas en el karting no es la mejor, algo que también se ha visto en la F1 con su toque en Austria, pero para el holandés, ninguno de estos motivos le impediría compartir equipo con Charles.
Así lo dijo en declaraciones a en declaraciones a ‘Ziggo Sport’, admitiendo que podría ser perfectamente compañero de Leclerc y negando la posibilidad de que ambos tuvieran un conflicto tan grande como el de Hamilton y Rosberg en 2016. “Charles y yo podríamos estar en el mismo equipo. Ambos queremos ganar, pero nos respetamos. No digo que no pueda haber conflictos, pero no sería como Hamilton y Rosberg en Mercedes”, expresó Max al respecto.
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