El viernes, Max Verstappen metía miedo con el ritmo de carrera de su Red Bull. En un circuito en el que la máxima exigencia está en la rueda delantera izquierda, Red Bull dejaba claro su condición de favorito para el domingo por cuidar mejor que Ferrari sus gomas delanteras, al contrario de lo que pasó en Austria hace dos semanas, donde Ferrari aplastó al ser un circuito más exigente para las gomas traseras. Sin embargo, el neerlandés se centraba ayer en destacar lo mucho que le faltaba mejorar a su coche a un giro. Max, como buen campeón, lo quiere todo. La victoria del domingo, sí, pero la pole de este sábado, también. Y a por ello salió este sábado por la mañana en los Libres 3, demostrando un enorme progreso respecto al día anterior. Su Red Bull parecía un coche diferente. Le dio alas. Y voló. Fue el más rápido de la FP3 con un 1’32″272, superando en 0″354 a Carlos Sainz y en un mundo a Charles Leclerc (a 0″637).
Sainz saldrá desde atrás; Leclerc, con dificultades
Carlos Sainz está exhibiendo un mejor ritmo en Francia. Una lástima para él que tenga que elegir este circuito para cambiar de unidad de potencia y penalizar. Se confirmó que saldrá desde el fondo de la parrilla este domingo. Por eso, se esperaba que el español se centrare en preparar la carrera y pasara olímpicamente del rendimiento puro a un giro. Pero sorprendió que su trabajo fuera contrario, tan solo usando la goma blanda en tandas cortas.
Posiblemente Carlos debía buscar las respuestas que no encontró Leclerc, para que, entre los dos, dieran con la tecla que necesitaban. Hipótesis interesante después de ver a Charles sufrir. No pudo mejorar en su segunda vuelta de neumático, mientras que Carlos sí lo hizo y marcó su mejor crono con una goma usada. Charles se quejó de la enorme degradación de sus neumáticos y que estaban “muertos” en su segundo intento con el mismo juego. Mal presagio de cara a la ‘qualy’ de este sábado (16.00 h/DAZN F1). Su posición no parece tan fuerte como en otros Grandes Premios. Mientras que Verstappen afronta la clasificación con muchísima fuerza y confianza.
El Alpine de Alonso mejora
Se esperaba mucho de Alpine en su GP de casa, después del buen rendimiento del coche en las últimas carreras por la acertada introducción del nuevo paquete aerodinámico. En esta cita, con más novedades en el suelo, Alonso y Ocon eran muy optimistas, pero el viernes las cosas no fueron del todo bien. Alonso había terminado 11º y Ocon en la parte trasera. El asturiano tranquilizaba a sus fans diciendo que se había centrado en la gestión de las gomas, más que en mirar el crono. Aunque admitía que Alpine debía mejorar el equilibrio de su coche y que debía progresar este sábado aplicando algunos cambios. Y así fue. Cuando Fernando calzó el neumático blando al final de la sesión, el ovetense se colocó en la séptima plaza, por detrás de Hamilton (4º), Pérez (5º), Russell (6º) y por delante de Albon (8º), Norris (9º) y Tsunoda (10º).
Quedó bastante claro que los Mercedes pelearán de nuevo detrás de Verstappen y Leclerc, con Sainz este domingo partiendo desde atrás y un Pérez cada vez menos cómodo con el Red Bull a medida que el coche va progresando durante el año más hacia el estilo de Max. Los de la estrella, pese a su mejora y a las novedades introducidas también en Paul Ricard, siguen lejos a un giro por su dificultad por colocar las gomas en la correcta ventana de uso en clasificación. Hamilton se quedó a 0″983 y Russell, a 1″021 del mejor crono, ambos jugando con distintas configuraciones de ala trasera.
Otro gallo podría cantar el domingo, donde los Mercedes tienen un ritmo de apisonadora. Hoy Hamilton y Russell pelearán para minimizar su perdida a un giro para tener opciones de sorprender el domingo en la carrera número 300 de Lewis.