Max Verstappen se marchó de los test de pretemporada de Fórmula 1 dando la sensación de ser el gran antagonista a Lewis Hamilton este curso. Parece que Red Bull por fin habría dado con la tecla desde el inicio, su gran talón de Aquiles de las pasadas campañas, cuando iniciaba con problemas aerodinámicos y se veía obligado a remontar durante el año acabando de una forma sensaciones, en la ‘pomada’. Este curso, los de Milton Keynes han querido no caer por enésimo curso en la misma piedra y su rendimiento en los test fue bueno. Su coche ya apuntaba manera cuando fue presentado y al pisar el asfalto ha demostrado que puede estar ahí.
No obstante, el RB16 también dejaba algunas dudas debido a algunos problemas de fiabilidad como los que sufrió el coche en el primer día de la segunda semana de test, con un contratiempo al inicio de la sesión que retuvo el coche de la bebida energética durante tres horas en el garaje, y con Verstappen quedándose parado a 5 minutos del final de la jornada.
Seguro en cuanto al comportamiento de su coche
Pero sobre todo, lo que más hizo dudar a todos fue el nervio que mostró el monoplaza del neerlandés y de Alex Albon. Especialmente, con Max al volante, el único capaz de poner a Red Bull entre los mejores el pasado año. Al joven piloto se le vio tener que hacer varias contravolantes para mantener su coche en pista, un monoplaza que pareció ser uno de los que más sufrió con las rachas de viento. Se le vio perder la estabilidad con más frecuencia e incluso en sus dos vueltas rápidas del último día, en las que se quedó a escasas 73 milésimas del mejor crono de la jornada de Bottas, se le vio subiéndose por las paredes. Algo que posteriormente Max aseguró que no se trata de ningún síntoma de debilidad, y que simplemente ese nervio que exhibió el coche fue porque lo pusieron al límite, posiblemente también en muchos de sus reglajes para hacer pruebas y entender el monoplaza mucho mejor.
“Es algo que sucede, quiero probar los límites del coche y creo que eso funcionó bastante bien, dando unas cuantas vueltas me he dado cuenta de dónde estaba el límite. No estoy preocupado, aunque eso no significa que no tengamos que seguir presionando y mejorando. Nos hemos preparado bien y eso es bueno para nosotros”, expresó Max Verstappen, quien espera “ser lo suficientemente competitivos en Melbourne”.
“Hemos probado todo lo que queríamos probar durante todos los días, estoy muy contento con eso”, expresó el de 22 años, seguro de que “el balance del coche es bueno”.
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