Ya está acostumbrado a que se le compare con Senna. Sobre todo, desde que ganara en su debut con un Red Bull en Barcelona 2016, convirtiéndose en el piloto más joven de la historia en lograr una victoria en el ‘Gran Circo’. Y esta vez, en casa de Ayrton, dio un auténtico recital dejando nuevamente claros los motivos por los que muchos se acuerdan del mítico piloto brasileño cuando le ven pilotar. El holandés Max Verstappen tiene todo lo necesario para hacerlo: un talento espectacular, decisión, agresividad y una madera de campeón brutal. Todos esos ingredientes quedaron reflejados en su victoria de este domingo en Interlagos, después de salir vencedor de una espectacular batalla con Hamilton, que fue tercero por detrás de Gasly tras la bendita locura que se vivió en un final para el recuerdo, que dejó a Sainz en la cuarta posición rozando el podio.
Gran salida de Verstappen
Max
Verstappen levantó las manos al final de una carrera absolutamente loca que inició a la perfección, con una salida sin ápice de dudas hacia el triunfo. Hamilton, sin nada que perder, sabía que debía pasar a Vettel lo antes posible para iniciar su caza al neerlandés, y así lo hizo con un gran adelantamiento por fuera a un Vettel que se quedó dormido. Y ahí, empezó una tremenda batalla que tuvo hasta tres capítulos clave tras un buen prólogo para el holandés.
Batalla Hamilton-Verstappen
En la vuelta 21, Hamilton empezaba el primero de sus ataques. Lo hacía entrando primero a boxes. “No fallemos el tiro” decía por radio. Y a punto estuvo de dar en el blanco Verstappen se defendió en la vuelta posterior, pero el británico conseguía salir por delante después de que Max se viera perjudicado al encontrarse a Kubica a en el pit lane. Por suerte para Verstappen, Leclerc, con peor ritmo y ruedas viejas, frenaba a Hamilton y eso hizo que el de Red Bull llegara a su estela. Y lo aprovechó pasándolo en las eses de Senna . Empezaría ahí una pugna que duraría varias vueltas. Hamilton no iba a tirar la toalla y le devolvía la pasada en plena recta. Sabía que se estaban jugando el triunfo. Y finalmente, el correoso piloto holandés le volvió a pasar, al parecer, por un pequeño problema que Hamilton reportaba en la batería.
Max había salvado el primer envite, pero no iba a ser el último. Hamilton volvía a intentarlo con la misma fórmula en la vuelta 44. Paraba en busca de un ‘undercut’ que no culminó por la gran efectividad de Red Bull. Como en la primera parada, volvieron a clavarla tardando solo 1”9 en su pit stop. Así, Max mantuvo su primera posición a solo 1”5 de un Hamilton que preparaba su ‘hachazo’, pero Max, con un buen ritmo, pudo evitarlo.
Último capítulo de la pelea
No obstante, no todo estaba hecho. La carrera tenía preparada una sorpresa en forma de ‘safety car’ por la rotura de motor de Valtteri
Bottas. Eso volvía a compactar la carrera. Y ahí, Verstappen y Red Bull fueron los más listos. Aprovecharon el coche de seguridad para poner el neumático nuevo. Hamilton, arriesgando, se quedó en pista pero con un compuesto más viejo. Y ahí, cuando se reanudó la carrera, Verstappen no tardó en pasar a Lewis y el inglés pasaba por los garajes para montar otro neumático que le permitiera tirar.
Pero por si fuera poco, una carrera absolutamente loca iba a deparar una sorpresa más: otro safety car por un incidente entre los dos Ferrari, Leclerc y Vettel, que abandonaron al instante en otro desastre rojo más.
Accidente de Albon y Hamilton: Gasly, segundo
Y el desenlace no podía ser más apoteósico. A falta de dos giros, faltaba una última relanzada que iba a poner definitivamente patas arriba la carrera. A Albon, absolutamente desmelenado en la tercera posición, no le bastaba con su primer podio, intentó pasar a Hamilton y se pasó de optimista. El inglés cerró la puerta por el interior y se tocó con el tailandés. Trompo de Albon, que bajó del cielo al infierno, hasta la 15ª posición, en un santiamén. Eso dejaba a Carlos Sainz en la cuarta posición, por detrás de un Hamilton investigado por la acción con Alex y que, con el alerón dañado, iba a por un Gasly que sin saber cómo se encontró en la segunda plaza. Con Verstappen ya claro ganador, Lewis intentó salvar su honor yendo a por la segunda plaza. Se puso en paralelo a Pierre en la última curva, pero la superioridad de su coche no fue suficiente como para quitarle la segunda plaza a un Gasly que no podía creer lo que había pasado.
Sainz, espectacular remontada
Carlos Sainz, que salía desde la última posición por los problemas de potencia que tuvo en su McLaren en la sesión de clasificación del GP de Brasil de F1 del sábado, realizó otro enorme carrerón para finalizar cuarto en Interlagos, una actuación que no es más que un claro ejemplo del por qué los expertos lo consideran ya como uno de los grandes de la parrilla.
Consciente de que no tenía nada que perder y que debía arriesgar para poder optar a llegar a los puntos, el español fue a por todas. En el arranque el español superó a Kubica, Russell y Kvyat para colocarse 17º en el primer giro. Y en la vuelta 4, el madrileño ya había pasado también a Hülkenberg. Sin tiempo para relajarse, Carlos siguió con el cuchillo entre los dientes y realizó un espectacular adelantamiento a Pérez en la curva 1, donde casi no cabía ni un alfiler, colocándose 15º con Ricciardo a tiro.
Sin duda, el del español al mexicano fue uno de los adelantamientos más espectaculares del inicio de un Gran Premio. Posteriormente, Carlos siguió atacando. Totalmente encendido, se benefició de un toque entre Magnussen y Ricciardo para ponerse 13º y fue a por Stroll, al que pasó en la vuelta 21 para colocarse en la 12ª plaza, justo detrás de un Norris que arrancaba 11º con su mismo McLaren.
El español, al ver que todos los pilotos decidían ir a dos paradas, arriesgó siendo el único que iba a una, y con un coche que mejoró mucho respecto a las malas sensaciones que dejó el viernes, el madrileño se hizo grande con una espectacular defensa sobre Raikkonen. Carlos cerró la puerta al finlandés y luego ganó posición sobre Norris para deshacerse del nórdico. Se mantuvo fiel a su instinto de ir a una sola parada incluso pese a que podía haber cambiado de neumático con la entrada del ‘Safety Car’. Había apostado al todo o nada y le salió bien. La locura final, con los dos Ferrari fuera y Albon a la hierba le colocaron cuarto con opción a un podio que ya merece desde hace años. Ahora, que empieza a tener un coche capaz de estar ahí, lo logrará si Hamilton es finalmente sancionado por un toque con Alex en el que el inglés reconoció haber tenido la culpa.
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