Una locura. Eso es lo que fue el GP de España de F1. El favoritismo de la carrera pasó de mano en mano como una patata caliente que nadie quería a lo largo de una carrera impredecible. Antes de la carrera Verstappen, que salía segundo, parecía favorito por su menor degradación de gomas ante Leclerc (pole) y Sainz (3º). Pero la prueba de este domingo no dejó espacio a la razón. Fue una sorpresa tras otra, golpe de teatro tras golpe de teatro, cambiando a cada instante aquello que dictaba la cordura. Las gradas abarrotadas del Circuit de Barcelona-Catalunya vivieron un espectáculo a la altura de su ilusión, ganas, pasión y empuje. Nada menos que 121.667 espectadores fueron testigos de la magia de la F1. Valió la pena aguantar los 37 grados y el fuerte sol durante horas para que la afición disfrutara de una carrera en la que fue imposible hacer quinielas y en la que no se podía dar nada por sentado. Ganó Verstappen, nuevo líder el Mundial con 6 pntos de ventaja sobre Leclerc, que abandonó. Tercer triunfo consecutivo de Max, por delante de Pérez (2º), Russell (3º), Sainz (4º) y Hamilton (5º). Y también ganó la F1 por la emoción que se vio en pista.
Charles Leclerc partía desde la pole con las ideas muy claras. Era el único de los favoritos con goma nueva y ello le debía permitir salir mejor y tener más ritmo en el primer stint. Al monegasco le preocupaba su mayor degradación. Debía tirar de inicio para tener opciones. Parecía que era su día. Sainz, desde la tercera posición, se quedó clavado en la salida y pasó a ocupar la quinta plaza. Por si fuera poco, el español se despedía del triunfo al sufrir un trompo en la curva 4, en la vuelta 6, yéndose a la grava, aunque pudiendo continuar. Y dos giros después, en la vuelta 8, Max Verstappen se marcaba una excursión en esa misma curva y pasaba de la segunda a la cuarta posición, algo que parecía abrirle las puertas de la gloria a Leclerc.
Parecía todo a favor para Leclerc, pero abandonó
El escenario era perfecto para Charles, escapado, sin problemas y sin errores, con sus dos máximos oponentes por el triunfo. Pérez dejaba pasar a Max para que desde la tercera posición, encendido, atacara a Russell. Pero ahí llegó otra sorpresa. Verstappen sufrió problemas en el DRS y no podía adelantar a Russell. Y el tapón del de Mercedes, que era más lento que Max, le daba todavía más alas a Charles.
Sin embargo, la película cambiaría para siempre. “Pierdo potencia”, decía por radio, sin poder creerlo Charles Leclerc en el giro 26, cuando Russell estaba defendiendo como un auténtico campeón su posición ante Max. El favor del inglés se quedaba en nada. Charles, líder del Mundial, tuvo que retirarse para sumar su primer 0 de la temporada.
Estrategia diferente
Russell lideraba la carrera ante Verstappen y Pérez, pero Max, con problemas en el DRS, no podía atacar al británico de Mercedes. Ahí fue cuando Red Bull diversificó estrategias. Pérez pidió por radio que le dieran la oportunidad de intentarlo porque su DRS sí funcionaba. Verstappen paró y el mexicano pasó como un avión a George. Verstappen empezó entonces un enorme stint con goma blanda que terminó con un ‘undercut’ de libro sobre Russell. La cosa ahí ya estaba decidida: La victoria sería para uno de los Red Bull. Y Max venía a mayor ritmo por detrás con goma blanda nueva a falta de 20 giros.
Pérez deja pasar a Verstappen
Pese a ser la sexta carrera, Red Bull demostró en ese momento, por si había alguna duda, que la prioridad número uno es su campeón del mundo, Max Verstappen, y su persecución a Leclerc. Llegó entonces un mensaje por radio claro a Checo. “Es injusto, pero lo haré”. No sabemos lo que habría pasado sin ese mensaje, pero los de Milton Keynes actuaron pensando en lo que más les convenía de cara al título. Así fue como Pérez dejó pasar al campeón el mundo en la vuelta 49, a falta de 17 giros para el final, entregándole el triunfo a Max, pero dejando a todos claros que mereció aquella victoria. Verstappen, tras la carrera, se deshacía en elogios hacia Checo por su compañerismo. “Estoy contento por el equipo. Hablamos después”, dijo el mexicano por su parte, gran jugador de equipo.
Emoción final: Sainz pasa a Hamilton en la última vuelta
Carlos Sainz terminó 4º ante su afición. Quería pelear por su primer triunfo, pero no pudo. Tras su mala salida y el error en la curva 4, solo debía pensar en llevar el mayor número de puntos a casa. Lo hizo siendo cuarto con emoción hasta el final. Parecía dar por buena la quinta plaza tras no poder defenderse de un Lewis Hamilton que rodaba con gomas más jóvenes y menor degradación después de una gran remontada en una carrera en la que Magnussen le provocó daños en el coche de inicio con un toque.
Pero en la penúltima vuelta avisaron a Lewis de que tenía un problema y que estaba en riesgo de abandono. Bajó el ritmo y Carlos le devolvió el golpe para ser cuarto, levantando al público de Montmeló y borrando las risas que se veían en las caras del box de Lewis por la mejora del coche.
En tercera posición terminó Russell, que sigue siendo el único piloto en acabar todos los Grandes Premios entre los 5 primeros. Lo hizo de nuevo con otro fin de semana sin errores en el que exhibió su enorme talento.
Fernando Alonso, 9º
Fernando Alonso completó una muy buna remontada desde la última posición tras cambiar de motor, para terminar en la novena plaza. El piloto español se mostró muy agresivo desde el arranque, en el que ganó tres posiciones de una tacada, 5 en dos giros para colocarse 15º. Continuó de forma incesante a por la remontada haciéndose fuerte con el ritmo superior de su coche ante sus rivales, completando finalmente 8 adelantamientos en su primer stint hasta ser 12º.
En una carrera de pura supervivencia, con mucha degradación por el calor y muchas paradas, su estrategia de tres paradas y su pilotaje sin errores le llevaron a la novena plaza final. El asturiano tuvo que enmendar un error en boxes de su equipo, un último pit stop de 5.9 segundos que le hacía perder posición con Mick, con un buen adelantamiento final sobre el alemán para ser 9º.