¿Ha tenido tiempo de jugar y estudiar una carrera?
Sí, el mismo año terminé Administración y Dirección de Empresas. Es verdad que llegué un poco tardío a Lezama, con 21 años, pero desde ya antes iba hasta Oñati, a la Universidad de Mondragón. Después de ascender en Cádiz, al día siguiente, tuve que venir a la presentación del proyecto fin de carrera.
¿Futuro entrenador o futuro director de empresa?
No sé. Un día me veo haciendo esto, otro lo otro. Eso está ahí, es algo que me gusta, y veremos día a día qué va pasando.
Iturraspe y Rico salieron el pasado verano, Beñat y San José acaban contrato y no tienen oferta de renovación por ahora. ¡Menuda regeneración en la media del Athletic!
Los años pasan para todos. Los del filial vienen muy bien. Vencedor, Sancet… Unai López tiene más protagonismo y Beñat y Sanjo son jóvenes todavía para seguir jugando.
¿Quién es su centrocampista de referencia?
Busquets, siempre le he tenido en mente.
¿Se ve mejor ahí, como pivote, o más adelantado?
Me puedo adaptar a todo. Me es indiferente porque me siento igual de cómodo.
¿Y como central?
No me veo, no es mi fuerte. Con balón sí, pero para ser defensa hay que tener más cosas y no me acabo de ver.
¿Qué recuerdos guarda de aquellos dos años del ascenso y descenso con el Bilbao Athletic?
Jugué prácticamente todo. El año que llegué ascendimos y al siguiente, aunque descendimos, fue un año inolvidable.
Yeray, Lekue, Vesga… No quedan muchos de aquellos jugadores del filial en el Athletic.
Cada uno está haciendo su carrera, aunque aquí no quedamos muchos. El fútbol, como hablábamos al principio, cambia de un día para otro. Undabarrena, que estaba haciendo año terrible, se rompe el cruzado y ralentiza su progreso en Lezama. Seguín, el pobre, lleva unos años durísimos. El fútbol también tiene estas cosas malas.
Para ejemplo de superación Yeray…
E Iker Muniain, que ha tenido dos roturas. Son gente que ha demostrado que si quieres, aún puedes sacar las cosas adelante. ¡Qué mejores ejemplos!
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