Sus nombres no estuvieron en la relación final de jugadores que debían de salir cedidos, porque Gaizka Garitano dejó caer que contaba con los tres para tener el suficiente fondo de armario en su plantilla. Pero ahora Mikel Vesga, Iñigo Lekue y Kenan Kodro tienen la complicada misión de meterse en los planes del técnico rojiblanco, algo que no será sencillo por la gran competencia para entrar en las convocatorias que hay en estos momentos dentro del vestuario bilbaíno.
Se han quedado 29 jugadores, 25 de ellos con ficha del primer equipo y cuatro más inscritos con el filial, y Garitano ya ha dejado claro en los tres partidos disputados quienes son los futbolistas con los que cuenta para afrontar los diferentes compromisos ligueros.
Así, Vesga no ha entrado en ninguna de las tres convocatorias ante Barça, Getafe y Real Sociedad. El centrocampista gasteiztarra fue cedido la pasada campaña al Leganés ante el ‘overbooking’ que había en el eje del mediocampo y completó un buen trabajo en el equipo pepinero, convirtiéndose en un jugador fijo en el rocoso once confeccionado por Mauricio Pellegrino.
Pero, a pesar de que tiene menos competencia en su zona tras las salidas de Iturraspe y Mikel Rico, parece ser de momento el quinto en discordia en la lista de preferencias del míster en el doble pivote. Dani García es fijo como ancla, Unai López se ha ido haciendo con la titularidad y Beñat aparece como primer recambio. San José se ha limitado a ver los dos partidos de San Mamés desde la grada y a jugar un minuto en Getafe. Así que mucho deberán cambiar las cosas para que Vesga sea citado por Garitano.
Kodro también se ha quedado fuera de las tres listas ligueras que ha habido hasta la fecha. El delantero donostiarra tampoco lo tiene fácil, con Williams como titular y Aduriz en el banquillo. En principio, solo alguna ausencia de uno de ellos podría abrir la posibilidad de que fuera convocado. Deberá esperar su oportunidad y tratar de aprovecharla para convencer con algún gol.
En cambio, el caso de Lekue es algo diferente. El deustuarra tuvo muy mala suerte la pasada campaña, ya que sufrió un par de lesiones molestas que solo le permitieron jugar cuatro partidos oficiales. En la actual temporada también ha empezado con mal pie y se ha pasado el periodo de preparación estival recuperándose de una nueva dolencia. Ahora, parece ya a punto, como se pudo comprobar el pasado jueves en el amistoso de Baiona ante el Toulouse, y es una incógnita si Garitano le tiene reservado un sitio en su bloque de confianza.
Por un lado, su polivalencia puede jugar a su favor, pero la banda derecha está bien cubierta de momento, sobre todo en ataque. Quizás la baja por lesión de Óscar de Marcos le pudiera permitir entrar en los planes del entrenador para pelear por, al menos, un puesto como suplente.
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