Valverde sigue firme en su idea de apostar por Sancet y Muniain para formar en el centro del campo junto a Dani García. Vesga fue en el arranque de la temporada el tercer vértice de este triángulo en la medular del Athletic, pero una lesión le sacó del equipo titular. Desde entonces, el gasteiztarra ha visto como el guipuzcoano es el que ejerce como pivote dentro del once inicial.
Ander Herrera, por su parte, llegó a Bilbao con la Liga empezada. Cuando Ibaigane zanjó su acuerdo de cesión con el PSG, los leones ya se habían enfrentado a Mallorca y Valencia en San Mamés y al Cádiz fuera. Su primera convocatoria llegó frente al Espanyol. Calentó por la banda durante buena parte del segundo tiempo, pero al final tuvo que irse a la ducha sin jugar. Una jornada después ni entró en la lista para viajar a Elche por problemas físicos.
Tanto Vesga como Ander Herrera fueron buena parte de la solución al problemón que se le planteó al Athletic el pasado sábado en el Pizjuán. Un desajuste defensivo acompañado de cierta falta de concentración permitió al Sevilla ponerse pronto por delante en el marcador. Los rojiblancos se fueron decididamente a por el empate con el discurrir de los minutos, pero sin ser capaces de nivelar la contienda.
Valverde esperó hasta el minuto 56 del choque para apostar de manera simultánea por Vesga y Ander Herrera. Dani García y Sancet fueron los sacrificados. Muniain, el tercer vértice del triángulo central del equipo bilbaíno, siguió en el campo porque, a decir verdad, su arranque en el segundo tiempo había sido sumamente prometedor con hasta tres remates contra la portería defendida por Dmitrovic.
Protagonistas
Este par de cambios resultó fundamental para los intereses del Athletic en el Pizjuán. Los dos jugadores de refresco acabaron teniendo un papel fundamental en el desenlace del choque. Vesga hizo el tanto del empate. Herrera evitó lo que podía haber sido el 2-1 del Sevilla a un suspiro del final con una zancadilla a Lamela al borde del área que le acabó costando a nivel individual la tarjeta roja, previo paso de Gil Manzano por el VAR, pero que a nivel colectivo evitó males mayores a su equipo.
El gasteiztarra tiene la posibilidad de regresar al once este mismo sábado frente al Atlético de Madrid. El bilbaíno, sin embargo, deberá esperar al falló del Comité de Competición para conocer el alcance de su sanción. De un partido no le libra nadie.
Este enfrentamiento ante el Sevilla, en cualquier caso, sirvió para dejar patente que Vesga y Ander Herrera pueden funcionar juntos en el centro del campo e incluso dar mayor libertad de acción a Muniain. El capitán del Athletic, por insistir que no quede, ya había dejado claro antes de la entrada de sus dos compañeros que estaba más participativo y entonado que en el primer tiempo.
Queda la duda, eso sí, de ver cómo funcionaría Sancet junto al gasteiztarra y al bilbaíno. Este último, por cierto, vino a corroborar la teoría de Valverde de que también puede ejercer como ancla del equipo en momentos concretos de un partido. Su paso por Manchester United y PSG así venía a reflejarlo.
El cambio de sistema local
La aportación de los dos primeros sustitutos del Athletic en el Pizjuán fue clave de cara al resultado final. Es posible también que tanto ellos como Muniain se encontrasen más cómodos a ras de césped dado el repliegue intensivo llevado a cabo tras el descanso por un Sevilla que pasó de su 1-4-2-3-1 inicial a un claro 1-5-4-1 a la vuelta del descanso. A los locales les preocupó mucho más no encajar que dar la puntilla a los leones con un segundo gol.
Sampaoli, pese a todo, comentó al término del encuentro que “como el equipo duda de sí mismo (refiriéndose al Sevilla) se mete atrás en el segundo tiempo, se pone lejos del arco rival y es difícil mantener el partido en esas circunstancias”. Lo de jugar con cinco atrás, en cualquier caso, debió ser decisión suya.