Increíble. Ferrari, de tener el doblete en la mano, a poder perder la carrera. ¡Cómo cambiaron las cosas! Tras una enorme polémica entre Vettel y Leclerc que frenó al monegasco al inicio de carrera, Vettel se vio obligado a tener que abandonar en la vuelta 26 tras su entrada a boxes por un problema en el MGU-K de su unidad de potencia. Castigo divino tras su desobediencia inicial a las ordenes de equipo.
En aquel instante, ocupaba la segunda plaza tras Leclerc después de haber perdido el liderato en boxes. Pero sin quererlo, con dicho infortunio, dieron alas a un Hamilton que no podía creer lo que había sucedido.
El británico, que partió con estrategia diferente, con el neumático medio (Ferrari salía con el blando), alargó su primera parada y ello le llenó de vida. Con el Satey Car originado por Vettel, el británico podía realizar su única parada gratis mientras los Ferrari ya habían parado, y salió de boxes en la primera posición ante el joven Charles.
Leclerc, que se había visto perjudicado al inicio de la carrera al perder tiempo tras un Vettel que tenía que haberle dejado pasar y que incumplió un plan preestablecido, se veía por detrás de Hamilton y con un neumático más duro. Así, Ferrari decidió arriesgar. De perdidos al río. No le valía la segunda posición y decidió volver a parar a Leclerc con el Safety Car en pista y poner de nuevo los blandos. Eso le hacía perder la posición con Bottas y ser tercero, pero iba a batallar con todo para superar al finlandés y pelear por el triunfo contra Lewis Hamilton.
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