A Sebastian Vettel no solo le gusta el color verde de su nuevo Aston Martin, equipo por el que pilota este curso en la Fórmula 1. También le gusta el verde de la naturaleza. Y es que como reconoció el propio tetracampeón del mundo, tras un curso muy complicado en 2020 con Ferrari, decidió dedicar parte del parón de invierno a incrementar sus conocimientos en agricultura en una granja orgánica. Así lo reconoció en Viena esta semana en la presentación del proyecto ‘BioBienenApfel’, nacido para promover la sostenibilidad, los campos de flores para abejas en peligro de extinción y el cultivo orgánico.
“En el parón dispuse de más tiempo del que tenía planeado y pensé en qué podía hacer y qué cosas me gustaban, me interesaban, y la agricultura y ganadería es algo que me atrae”, expresó Vettel, quien quiso aprovechar su paso por dicha granja para enfocar su aprendizaje de cara a la nutrición que debe llevar como deportista de élite. “Como atleta lo centré en el aspecto de la nutrición. ¿Qué puedes hacer para comer más sano y sacar el máximo del cuerpo? Te preguntas estas cosas y te das cuenta de que no todas las verduras son iguales, que no todas las manzanas tienen los mismos nutrientes, por ejemplo”.
“Por ello, aproveché el tiempo libre del año pasado en aprender más de este tema y fue muy emocionante aprender sobre ello y hablar con las personas que lidian con ello”, añadió.
En este sentido, destacó que durante el parón de invierno quiso formar un campo de flores en forma de corazón junto a sus hijas. “Ellas me acompañaron al principio, pero después me quedé solo con la pala”, finalizó entre risas.
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