Vicente Fernández rechazó un trasplante de hígado por si el donante era “homosexual o drogadicto”


La gran estrella de la música ranchera Vicente Fernández rechazó recibir un trasplante de hígado por si el donante era “homosexual o drogadicto”. Así lo comentó en una entrevista en el programa Primera mano, de la cadena Imagen Televisión. “Estando en Houston me hallaron una bolita en las vías biliares y era cáncer”, ha narrado el artista, de 79 años, que acredita más de 75 millones de discos vendidos. El equipo médico encontró donante en un plazo de solo dos días, según contó Fernández, pero él no lo quiso. “Cuando me lo dijeron interrumpí la gira. Me quisieron poner el hígado de otro cabrón y dije: ‘no amigo, yo no me voy a ir a dormir con mi mujer con el órgano de otro güey [otro tipo], ni sé si era homosexual o drogadicto”, señaló ante las sonrisas del entrevistador y de los presentadores del programa. 

Las declaraciones del Chente, como también se conoce al popular cantante, han suscitado un rechazo generalizado en las redes sociales al considerar homófobos y carentes de fundamento los comentarios del cantante, famoso también por su trabajo como actor cinematográfico y productor musical. Fernández ha recibido varios premios Grammy a lo largo de su carrera y suyos son éxitos como Volver, volver, Las llaves de mi alma y Que te vaya bonito.

El episodio del trasplante frustrado ocurrió en 2012, según ha narrado uno de sus hijos, el también cantante Vicente Fernández Jr., que ha rechazado de plano las acusaciones de homofobia contra su padre. “¿Tú crees que lo que tenemos, el trabajo de mi padre el de Alejandro [el cantante Alejandro Fernández], el mío […] es exclusivamente de las personas de preferencia heterosexual?”, ha respondido el artista en una entrevista para el diario El Universal. “En el público no hay preferencia, […] sea de donde sea y sea como sea”, ha apuntado. 

Además de la observación polémica, que Vicente Fernández comentó en directo desde su rancho Los tres potrillos en el Estado de Jalisco, el artista aseguró que no se retiró de la música por tener problemas de voz, sino por no querer defraudar a su público. Afirmó que daba conciertos de “tres o cuatro horas”, pero que temía que llegase el día en que no pudiera y defraudara a su público. Tras su despedida de los escenarios, en 2016, dedica parte de su día a montar a caballo por su rancho, un ejercicio al que atribuye haber perdido 30 kilos. 


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