Vicente Moreno, entrenador del Espanyol, ha asegurado tras acabar el partido que su equipo ha jugado ante Osasuna y que acabó con 1-1 que la suplencia de Raúl de Tomás, que levantó mucha polvareda, no obedeció a ningún castigo tras el polémico incidente que mantuvo con su ariete en el Bernabéu.
“Ya son mayorcitos como para poner castigos. No castigo ni a mis hijos. Hay que tomar decisiones para hacer el once y tenemos en cuenta muchas cosas. Evidentemente, una vez se da el partido y la diferencia entre las dos partes, puedes pensar que me he equivocado en mi decisión. Esto no se sabe hasta después del encuentro. Por tanto, volvería a hacer lo mismo porque creía que era lo adecuado”, ha explicado el valenciano.
Sobre los motivos tácticos, siguió con las explicaciones sobre por qué había decidido que por primera vez en la temporada, RDT saliera desde el banquillo: “Osasuna tiene la defensa muy adelantada, deja espacios, y con Wu Lei y Puado podíamos atacar esos espacios pero no hemos estado bien”, reconoció el técnico.
Vicente Moreno ha descartado que sus jugadores mostrasen una falta de voluntad o actitud en la primera parte. “Ambas partes han sido muy diferentes. Una vez se pasa el partido, sabemos que hay cosas que se podían hacer mejor. He visto al equipo muy nervioso al principio. Muchas pérdidas, no hemos sido nosotros, no hemos dado opciones de pase, hemos favorecido la forma de jugar de Osasuna… Hemos hablado al descanso y hemos dicho que teníamos que estar más tranquilos y tener la sensación de que habíamos hecho bien las cosas al final del encuentro. Pongo en valor la segunda mitad, donde hemos logrado transmitir después de una primera parte donde hemos colaborado a que no hubiera buen ambiente. Sin embargo, puedo asegurar que la voluntad la tenemos siempre”, ha destacado.
Por último ha reconocido que los cambios en la reanudación le dieron otro aire al equipo. “Han estado bien los dos jugadores que han entrado, pero la mejora del equipo no se ha dado porque hayan salido unos y hayan entrado otros. La primera parte hemos estado todos mal y, en la segunda, hemos mejorado colectivamente”.