Vicky Losada no pudo jugar en el Camp Nou en su última temporada con la camiseta del FC Barcelona, club que dejó en junio de 2021 para irse al Manchester City. Unos meses antes, el 6 de enero, el equipo azulgrana dio el salto desde el Estadi Johan Cruyff al Camp Nou para jugar un partido de Liga contra el Espanyol con motivo del 50 aniversario del estreno de las pioneras. Ganó 5-0 el equipo azulgrana sin público por las restricciones motivadas por una pandemia que precisamente impidió jugar a la egarense, con coronavirus. En las temporada siguientes, ya con público, llegaron fiestas multitudinarias en el Camp Nou que Vicky Losada disfrutó en la distancia, pensando que nunca las viviría. Sin embargo, en enero firmó por la Roma y el sorteo de la Champions League deparó una eliminatoria de cuartos de final de la Champions League ante el Barça. La gran capitana, a sus 32 años, sí podrá vivir la magia del Camp Nou, aunque con otra camiseta.
“Me fui del Barça con esa espinita clavada que creía que no me iba a quitar nunca, era un sueño de niña que creía que no se iba a cumplir. A partir de ahora voy a tener que creer en el destino porque lo voy a poder cumplir. Tuve la mala suerte de no poder jugar en el Camp Nou por tener el Covid y la vida y la Roma me han dado otra oportunidad de pisar el Camp Nou“, explicó este martes en la sala de prensa del Camp Nou en la previa de la vuelta tras el 0-1 para el Barça en la ida en el Olímpico, donde Losada entró como suplente desde el banquillo en la segunda parte.
Sobre el recibimiento que espera, apuntó que “es un día especial para mí, llevo un mes haciendo un trabajo emocional para que no me afecte, he recibido muchos mensajes, estoy superagradecida y lo estaré siempre, pero intento pensar en los futbolístico y a la vez disfrutar porque la parte emocional será algo inolvidable para mí”.
Recordó que “muchas compañeras son amigas mías de verdad, quiero centrarme en lo futbolístico porque además tengo la experiencia de aquella final de la Champions ante el Lyon en la que no dejas de pensar en ella en los días previos y al final llegas agotadas. Por ello intento pensar en el partido, y en lo deportivo. Si juego, lo sabré mañana”.
Consideró sobre la eliminatoria que “está abierta. Hemos hemos hecho una gran clasificación y un buen partido de ida y necesitamos hacer un partido muy serio si queremos tener la oportunidad de pasar”.
No descartó la sorpresa, aunque siempre desde la humildad: “Hay que se realista, la liga italiana es un mundo y Europa es otro, es nuestro primer años y hay que ir con humildad, pero también con trabajos porque tenemos posibilidades y no podemos desaprovechar todo el esfuerzo que hicimos en Italia”. Sí hizo una aportación desde la experiencia: “El Barça es un gran equipo pero tenemos que ir con valentía y personalidad, creo que cuando recuperemos el balón podemos jugar un poco más. Cuando nos dé la pelota el Barça tenemos que intentar jugar como lo hacemos en Italia porque ellas sufren sin balón”.
Dejó claro que “no hay poción mágica para ganar al Barça, es el mejor equipo del mundo en posesión y en ataque. Pero el otro día en el Olímpico se vio que somos buenas en la transición y en jugar a la espalda. Tenemos que explotar nuestras armas. Y hay que defender muy bien porque son jugadoras de nivel. En Roma fue la primera vez que se abrió el Olímpico y había mucha parte emocional en el césped, mañana tenemos que quitar algo de lo emocional y poner más la cabeza en el juego”.
En lo personal, valoró la apuesta de la Roma por el femenino: “Llevo poco aquí, pero creo que las bases son muy buenas, en el Olímpico se notó que tuvimos personalidad. Sí nos falta experiencia. Pero la mentalidad debe ser ir a ganar, no a ver qué pasa. Y eso es lo que te permite crecer. Hay talento, hay pasión, somos una familia, como se vio en Roma en la ida. La gente no sabe cómo son los aficionados de la Roma, fue uno de los mejores momentos de mi carrera lo del otro día. Fue un paso de gigante para que todas las niñas que quieran ser futbolistas puedan hacerlo”
Y señaló que “llevo poco tiempo tras muchos años en el Barça y vengo de Inglaterra. En la Roma trabajamos otros conceptos y me tengo que adaptar rápido. El entrenador y las chicas me ayudan y es fácil jugar porque todas quieren el balón, hay movilidad y libertad de expresión en el juego, valores que me representan. Estoy en el sitio adecuado”.