ALBUQUERQUE, Nuevo México – Este miércoles fue el juicio de María Ramos de Ruiz, expropietaria de un salón de belleza en Albuquerque, quien en el 2018 fue acusada de violar el código de salud, luego de que al menos dos clientas resultaran contagiadas de VIH.
Una de las clientas contagiadas, Ana, describió la experiencia como un tormento. Explicó que todo inició como un simple facial en ese salón de belleza. Todo lucía normal, y aquel día ella se sometió al tratamiento conocido como el “facial del vampiro”. Esta práctica consiste en inyectar la sangre del paciente en su rostro para supuestamente mejorar la salud de la piel.
“Y me dice: ‘Te recomiendo un lugar. Todos lo conocen, todas las hispanas van’. Y es por eso que estoy aquí. Todavía sigue en mi mente aquello de que ‘todas las hispanas van'”, manifestó la víctima.
Mientras estaba fuera del país, a las pocas semanas comenzó a sentirse enferma y notó lo que parecían ser coágulos debajo de su oreja. Por obra del destino, un familiar le aconsejó someterse a una prueba del VIH, para descubrir lo inimaginable.
“El sobre decía ‘VIH positivo’. Yo recuerdo que pocas veces he caído al piso derrotada y destruida. Lloré, grité y ahí empezó mi pesadilla”, añadió.
Así inicio también su búsqueda de justicia. Informó lo ocurrido al Departamento de Salud, e iniciaron una investigación en el negocio. Entonces descubrieron múltiples violaciones al código de higiene, incluidas prácticas inseguras de control de infecciones, agujas sin envolver, eliminación inadecuada de sangre y certificados falsos para practicar distintos tratamientos.
En el 2019, la propietaria, María Ramos de Ruiz, explicó que estaba trabajando con el Departamento de Salud para reabrir su negocio e informó que cerraron su salón porque su licencia de cosmetología estaba vencida, no por faltas al código de salubridad.
En junio, Ramos de Ruiz se declaró culpable de cinco delitos graves, por practicar medicina sin una licencia. Entonces, este miércoles, la sentenciaron a tres años y medio de prisión, cuatro años de libertad condicional y 800 horas de servicio comunitario.
“Seguiremos comprometidos con las víctimas de esta tragedia y continuaremos luchando por las reformas y regulaciones necesarias que son cruciales para proteger a los ciudadanos de Nuevo México”, comunicó el Fiscal General de Nuevo México.
Si en algún momento llegaste a recibir tratamiento allí, las autoridades recomiendan que te hagas una prueba de VIH y te examines.
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