Victoria Beckham recurre a la familia para resolver sus problemas empresariales


Convertida por mérito propio en un icono de estilo que ha trabajado duro hasta establecerse en la industria de la moda, Victoria Beckham no teme echar la vista atrás y reconoce los miedos que tuvo antes de ser una exitosa empresaria. Inseguridades que tienen que ver, precisamente, con su propio cuerpo, con el que no se sentía cómoda. Así lo ha reconocido la esposa de David Beckham en una charla con estudiantes de moda a través del periódico The Guardian, donde ha hablado de su propia evolución en su estilismo. “Cuando estaba en las Spice Girls había estilistas que vestían al grupo, pero en mi vida personal nunca he trabajado con uno. Solía usar muchos vestidos estructurados con encaje y aún tengo algunos, pero ahora mi estilo es de patrones más relajados. Supongo que vestir ropa muy ajustada, prendas muy entalladas, era una señal de inseguridad”.

Beckham admite que la confianza en sí misma creció a medida que ella iba creciendo como empresaria y también como persona. “Sé lo que me funciona, lo que me sienta bien, lo que me hace sentir segura y cómoda. No siento que ahora tenga que demostrar nada con mi forma de vestir”, asegura y recuerda la revolución que causó en una semana de la moda de Nueva York hace unos años cuando apareció en zapatillas: “Todos se volvieron locos porque llevaba un pantalón de corte masculino y zapatillas planas”.

La diseñadora cuenta que cuando su negocio despegó ella estaba mucho más atareada y, entonces, su estilo cambió. “No puedo correr de un lado para otro por el estudio con tacones altos. Estoy haciendo malabares: soy madre, esposa y trabajo todos los días en la empresa”, cuenta la madre de cuatro hijos: Brooklyn, de 21 años, Romeo, de 18, Cruz, de 15 y la pequeña Harper, de 9. Aunque la evolución en su ropa es evidente, Victoria Beckham no rehuye de su pasado y así se plasma en sus colecciones, donde se pueden ver pinceladas de la antigua Victoria Adams. “El color, las siluetas simples… No creo que haya un diseñador que no se haya inspirado en esa época. No se trata tanto de la ropa de la calle de los años noventa, sino de Martin Margiela y Jil Sander. No son solo las colecciones, también los desfiles, las modelos, la música…”, explica.

La excomponente de la famosa banda femenina de los noventa también tiene claro que si pudiese retroceder unos años y volver a sus inicios en la industria de la moda, solo cambiaría una cosa: se dejaría llevar más por sus instintos. Y eso es precisamente lo que Victoria Beckham recomienda a todos los que están empezando y sueñan con ser grandes diseñadores: “Siempre digo que puedo asumir los errores que cometí, pero no los errores que se cometieron por ir en contra de mi instinto. Confía en tus tripas, están ahí por alguna razón”.

Preguntada sobre su pasado con las Spice Girls y si lamenta no haber continuado una carrera en la música, la esposa del exfutbolista del Real Madrid tiene claro que ha elegido el camino adecuado. “Me encanta lo que hago ahora, porque es una verdadera producción creativa. Me encanta hacer que las mujeres se sientan como la mejor versión de sí mismas”, explica. “Me divertí muchísimo con las Spice Girls, pero no echo de menos estar en el escenario. Eso fue entonces y esto es ahora. La moda es donde me siento más cómoda y emocionada”, zanja.


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