Un hombre y una mujer son acusados de varios delitos tras el robo de una camioneta en la que se encontraba una niña de 22 meses en Lawrence, Massachusetts el lunes en la noche.
Un video de vigilancia captó los momentos de pánico vividos afuera de una barbería local.
Todo inició en el sur de Broadway St., en esa calle, un hombre se montó en la camioneta y salió rumbo a Methuen a recoger a una mujer. Allí, el padre del acusado le indica que tenía que regresar a la niña, que presuntamente se llevó sin darse cuenta.
Adam Maskou, de 36 años, compareció en corte el martes y, de acuerdo a las autoridades, él es el hombre que aparece en el video de vigilancia y se roba la camioneta llevándose en la parte trasera del vehículo a una niña de 22 meses.
Esteban de León, propietario de la barbería donde la madre de la niña se encontraba, dice que “esto le podría pasar a cualquier persona, quizá ella nunca pensó que eso iba a pasar.”
El video de vigilancia muestra que la mujer sale del negocio para colocar a la niña en el vehículo y después regresa por su otro hijo que estaba en la barbería, en ese lapso, ocurre el robo.
Las autoridades dicen que después de tomar la camioneta, Maskou manejó hasta Methuen donde recogió a Jamie Garrity, después habló con su padre, quien le dijo que devolviera a la niña o la entregara en una estación de bomberos; en su lugar la pareja fue al hospital general de Lawrence, donde dejaron a la niña.
Según la fiscalía, el hombre le pidió a una mujer hispana que cuidara de su hija mientras el estacionaba el vehículo.
Bélgica Díaz, abuela de la menor, fue de las primeras en llegar al hospital, donde agradeció a Dios porque encontraron a la niña y porque estaba bien.
La fiscalía dice que después de dejar a la niña en el hospital, la pareja escapó a Chelmsford provocando una persecución policial que llegó a las 110 milla por hora, hasta que se quedaron sin combustible, cerca de la ruta 290.
De León se siente dichoso de que este incidente terminó de la mejor forma posible, y que el video captado por las cámaras de vigilancia de su barbería ayudarán en la investigación. “Me siento bien porque los muchachos salieron a ayudar y me siento apenando por lo que paso aquí, la clienta, el niño y la niña”, dijo.
Maksou recibió una fianza de $ 75,000 y Garrity recibió una fianza de $ 10,000. A ambos se les ordenó quedarse en casa, y usar monitores GPS, y que se mantuvieran alejados de las víctimas. Garrity también enfrenta un cargo adicional por brindar un nombre falso a la policía.
Ambos son acusados de secuestro, robo de vehículo, y poner en peligro el bienestar de un menor.
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