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Video | Más de 20 años de persecución en EU, son deportados y separados de sus 4 hijos

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Esvin Juárez y Rosmeri Miranda-López habían conseguido aquello con lo que muchos migrantes sueñan cuando dejan atrás su país.

Llegaron de Guatemala a Estados Unidos como novios hace 22 años. Se casaron, tuvieron cuatro hijos y se establecieron en Apopka, Florida, donde compraron una casa y levantaron una empresa cementera que hoy da empleo a 16 personas.

Sin embargo, haber cruzado la frontera de forma irregular nunca dejó de perseguirlos, según un reportaje de la BBC Mundo.

Y a pesar de años de esfuerzos por obtener el estatus legal, más recientemente con la solicitud para una visa U que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ya había determinado como legítima, este junio ambos acabaron deportados y separados de sus hijos, quienes permanecen en territorio estadounidense.

“Tener aplicaciones de visa pendientes no impide la expulsión de EU, le contestó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) a BBC Mundo al ser consultado sobre este caso.

Beverly, la hija mayor de los Juárez que, a sus 21 años, se ha vuelto cabeza de familia, está lejos de tirar la toalla.

Junto a César (15 años), Josué (13) y Valery (9), ha protagonizado una serie de videos en los que pide ayuda al presidente con la deportación de sus padres y que cuentan con millones de visualizaciones en redes sociales.

He aparcado mis sueños para hacerme cargo de mis hermanos y tratar de traer a mis padres de vuelta”, le dice a BBC Mundo.

“Entiendo que nadie quiere violadores, asesinos, pedófilos en este país, pero esta es gente trabajadora, que aporta a la sociedad, paga sus impuestos y genera empleos”, le dice a BBC Mundo Grisel Ybarra, la abogada que representa a los Juárez desde 2021 en su cruzada por regularizarse en EU.

Ybarra subraya que, tras haber ingresado de forma ilegal el 25 de mayo de 2003, “el único error” de sus clientes fue no haberse presentado a una primera cita ante un tribunal de migración.

Algo que no hicieron por “miedo y desconocimiento del proceso”, aclara.

Cuando llegamos éramos apenas unos niños, yo con 19 años y mi (ahora) esposa sin haber ni siquiera cumplido los 17″, cuenta Esvin Juárez por teléfono desde Guatemala.

La Patrulla Fronteriza los interceptó nada más cruzar a Río Bravo, Texas, y los dejó libres con la condición de que compareciesen ante el juez local cuando fueran llamados a ello.

Pero la pareja siguió con su plan: ir a asentarse a la zona rural a 17 kilómetros noroeste de Orlando, en Florida, donde por aquel entonces vivían el padre y una hermana de él.

Así que cuando llegó la citación para la audiencia en Texas, ellos ya estaban a más de 2.000 kilómetros, en Apopka.

Como consecuencia de ello, el juez emitió una orden final de deportación contra ellos en ausencia, algo confirmado a BBC Mundo por el DHS.

Los Juárez trataron de que su caso se reabriera y durante años recurrieron a recursos legales para retrasar su expulsión del país, presentándose religiosamente a sus citas en la oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Orlando, mientras buscaban la manera de regularizarse.

Al tiempo que su abogada acudía al Tribunal de Apelación del Undécimo Circuito, una corte federal, con una moción de emergencia de suspensión de deportación, los hermanos recurrieron a TikTok.

En la red social, una serie de videos en los que repiten formato —posando en fila en el jardín de su casa, mirando de frente mientras la primogénita lee a cámara, dirigiéndose al mandatario— acumulan millones de visualizaciones.

“Presidente Trump y secretaria (de Seguridad Nacional, Kristi) Noem, mi nombre es Beverly Juárez y esta es mi familia. Puede que no conozcan a mi padre, porque están muy ocupados, pero hoy queremos pedirles ayuda“, arranca diciendo uno que ya ha sido visto más de nueve millones de veces.



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