Cinco años después, Emmanuel Macron y Marine Le Pen se vuelven a ver las caras en el último debate electoral televisado previo a los comicios del domingo. Le Pen ya anunció que dedicaría dos días enteros a prepararse sus intervenciones, después de reconocer tras el debate de 2017 que cometió “el mayor fracaso” de su carrera política al hacer frente a Macron. ¿Ha aprendido la candidata de extrema derecha la lección? ¿Cuáles son los puntos fuertes y los puntos débiles de los candidatos ante la audiencia? ¿A qué electorado deberían tratar de conquistar? Los corresponsales en París de EL PAÍS, Marc Bassets y Silvia Ayuso responden a estas preguntas en el videoanálisis que acompaña a esta noticia.
Tras la caída del candidato de izquierdas Jean-Luc Mélenchon en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, sus 7,7 millones de votantes pueden tener la llave del Elíseo que tanto Macron como Le Pen ansían. Los mélenchonistas ya escucharon el aviso del líder de Francia Insumisa: “No debemos dar ni un solo voto a Le Pen”. Sin embargo, el acercamiento de la líder de Reagrupamiento Nacional a las clases trabajadoras la podría situar como la candidata de las clases populares con un discurso muy marcado por la pérdida de poder adquisitivo de los franceses. Frente a ella, un Macron líder en las encuestas pero con una imagen de líder arrogante y con recurrentes salidas de tono.
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