El gobierno federal se prepara para abrir otro centro de detención migratorio en una base militar.
Se trata de una base que durante la Segunda Guerra Mundial fue usada como un campo de concentración, lo que ha provocado indignación en diversos sectores.
Un menor prefirió ocultar su rostro mientras contaba lo que describe como una de las experiencias más difíciles de su vida. Estuvo detenido una semana en un centro migratorio en la frontera.
“Nos agarraron y nos pusieron donde había mucho sol y mucho calor y no nos daban agua ni nada y nos dejaban aguantar”, afirmó.
Dice que le indigna saber que el gobierno abrirá otro centro como en el que estuvo. Esta vez en Fort Sill, una base militar en Oklahoma que fue utilizada como un campo de concentración en la Segunda Guerra Mundial y que ahora albergará a unos 1,400 niños migrantes.
“Para ellos es importante mandar un mensaje serio, duro, a esta comunidad, que aquí no son bienvenidos. Eso es lo triste de toda esta situación”, opinó Abel Núñez, del grupo CARECEN.
El gobierno federal asegura que el plantel cumple con los requisitos para albergar a menores que cruzaron la frontera sin sus padres y que ya se había usado para el mismo propósito en 2014.
Este miércoles se reveló un proyecto de ley que requeriría que el gobierno cumpla con normas internacionales de higiene, nutrición y atención médica en los centros de detención.
La demócrata Verónica Escobar es copatrocinadora de la propuesta y dice que las condiciones en los planteles que ha visitado son inhumanas.
“Tenemos una administración con el presidente Trump que no quiere trabajar con nosotros en un modo positivo. Es una administración que se quiere enfocar en cosas que realmente no son soluciones”, dijo la congresista.
Varios menores migrantes han muerto en custodia del gobierno en lo que va de este año. El Departamento de Seguridad Nacional asegura que sigue investigando esos casos.