Borja Viguera (Logroño, 1987) volvió a vestirse de corto el domingo tras más de siete meses sin poder hacerlo debido a la decisión de Numancia de rescindirle el año de contrato que le quedaba cuando el mercado de verano tocaba a su fin. Sin equipo, el Real Unión le permitió entrenar con el grupo y hoy viste la camiseta txuri beltz con más ganas que nunca de volver a disfrutar de un fútbol en el que también vivió días de gloria.
Algunos de esos momentos, además, fueron en el Athletic en el que militó durante dos temporadas, la 14-15 y la 15-16. “En Bilbao viví momentos únicos”, recuerda. Justo al comienzo de la 16-17, dejó el club rojiblanco para enrolarse en el Sporting de Gijón. Precisamente, su despedida como jugador del Athletic fue en un partido en El Molinón en el que los bilbaínos perdieron por 2-1, pero en el que Borja Viguera anotó el único tanto del Athletic.
Sin dudas
El delantero recuerda perfectamente cómo tomó la decisión de recalar en el club rojiblanco. No lo dudó y tampoco le influyó el hecho de haber jugado en la Real Sociedad. “La oferta del Athletic me llega cuando ya he terminado la Liga con el Alavés. Durante el año había mucho runrún porque todo me iba de cara: jugaba mucho, marcaba muchos goles, me sentía protagonista y llegaban noticias en la prensa cada día. Ahí todo era muy bonito. Al final llega la oferta del Athletic, que era irrechazable por todo: por jugar en Primera División, por la posibilidad de jugar la Champions… Había muchas cosas y no me podía permitir el lujo de dejar pasar esa oportunidad”, explica Viguera.
El club rojiblanco le dio la oportunidad de dar el salto a Primera después de destacar en un Alavés que, entonces, jugaba en Segunda División y había conseguido evitar el descenso a Segunda B en un partido agónico en Jaén.
Con el conjunto albiazul, el protagonismo de Borja Viguera en aquella temporada había sido alto. Sin embargo, el propio jugador era consciente de que en Bilbao iba a ser difícil repetirlo. “Cuando ficho por el Athletic yo ya sabía a dónde iba. En Bilbao estaba Aduriz en un momento increíble. Sabía que iba a ser complicado jugar”, afirma.
Sueños cumplidos
Sin embargo, el delantero guarda un buen recuerdo de su paso por el Athletic: “Cumplí otro sueño, uno de los mejores que era jugar un partido de Champions. Luego llegamos a una final de Copa, ganamos una Supercopa de España y esos son momentos únicos, irrepetibles que en mi vida no había imaginado poder disfrutarlos en primera persona”.
Sin embargo, durante el último año a Borja Viguera le ha tocado ver el otro lado del fútbol. “Cuando te dedicas a esto nunca piensas que te pueda pasar lo que me pasó a mí. Me despidieron de Soria sin yo quererlo y con la imposibilidad de firmar por otro equipo porque ya había cerrado el mercado. Hasta enero han sido meses duros, complicados, en los que han sido importantes el apoyo de la familia, de los amigos y del Real Unión, que me permitió estar entrenando en un grupo, algo que en esos momentos se agradece mucho y que al final ha sido uno de los motivos por los que he decidido quedarme”, afirma un Borja Viguera que este fin de semana ha debutado con el equipo de Irun: “Ahora quiero disfrutar de cada partido porque en los últimos meses, no lo he hecho”.
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