Apenas un día después de que la Liga de Fútbol Profesional de Francia (LFP) fracasara en su intento desesperado de subastar los derechos televisivos, sin que se sepa quién retransmitirá el clásico Marsella – PSG la próxima semana, y sin que llegue dinero a las arcas de unos clubes asfixiados por la crisis, una detonación atrajo las miradas hacia el Mediterráneo. En una conferencia de prensa ofrecida en el mediodía del martes, previa del enfrentamiento con el Lens, el entrenador del Olympique de Marsella, André Villas-Boas, anunció con voz ronca que acababa de presentar su dimisión. Fue como si suplicase que lo dejaran escapar de la prisión. “No quiero nada”, dijo, “no quiero dinero”.
Villas Boas entró en la sala de conferencias sin tener una respuesta de la propiedad del club. Frank McCourt, el dueño, un estadounidense de 67 años residente en Miami, amante del béisbol y del desarrollo urbanístico de la Costa Azul, debía levantarse de la cama y valorar la situación, así es que el entrenador se pronunció en el limbo. Habló como si fuese a dirigir al equipo ante el Lens, y justificó su decisión en una política de contratación de jugadores que calificó de incomprensible desde que llegó al club en 2019: “Desde hace dos años los fichajes del OM no tienen sentido”.
“Esta mañana supe por la prensa que el OM había fichado a Olivier Ntcham”, prosiguió, lamentando su desinformación. “Es una decisión que no comparto. Es más, es un jugador que dije que no había que fichar”.
La dimisión de Villas Boas fue aceptada y el club con más hinchada y tradición del país se quedó sin entrenador después de una racha de cuatro derrotas consecutivas. “Nunca en mi carrera había perdido cuatro partidos seguidos”, declaró el técnico. “Estoy furioso”.
Amazon y DAZN
La crisis del OM, agravada por la invasión incendiaria de la ciudad deportiva de La Commanderie, el sábado pasado, por 300 fanáticos que ahora investiga la Justicia, refleja el estado general del fútbol francés. Tras la sorprendente retirada de Mediapro, muchos clubes bordean la suspensión de pagos mientras buscan una televisión capaz de financiar sus gastos corrientes. De momento, no encuentran comprador.
El lunes la Ligue 1 convocó una subasta del paquete de derechos (el 89% del total) abandonado por Mediapro tras ofrecer 830 millones por temporada hasta 2024. Se presentaron Amazon, DAZN y Discovery, pero ninguno realizó una oferta satisfactoria. Entretanto Canal+, que posee el 20% de los derechos y aspira a comprarlo todo, denunció la subasta ante la Justicia. El presidente de la LFP, Vincent Labrune, dio la subasta por inconclusa y convocó a los representantes de los clubes para el jueves, cuando entre todos se espera que tomen una decisión. Mientras tanto, no se sabe quién retransmitirá los partidos de la próxima jornada.
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