Maverick Viñales rozó con los dedos su primer triunfo con Aprilia y convertirse en el primer piloto en la era MotoGP en conquistar victorias con tres motos distintas. Pero en los últimos nueve giros se dio cuenta de que la empresa iba a ser difícil cundo la goma delantera se vino abajo y acabó siendo superado por su compañero Aleix Espargaró, pero firmó su segundo podio del año tras ser segundo en el inicial Portimao, entonces tras el imbatible Bagnaia.
“Estoy muy orgulloso porque esto no se repite cada día y ahora tengo unas ganas de ir a ver al equipo inhumanas. Creo que ha sido un día espectacular y también estoy contento de que ‘Pecco’ no tenga nada grave. Eso es importante, porque llegar al parque cerrado y ver la emoción de la gente me ha dejado sorprendido”, reconoció el de Roses.
“Sin duda alguna, esta es mi mejor carrera desde hace tres o cuatro años. Ha sido buenísima, pues liderar la carrera me ha dado un sabor que ¡buaaa….! tengo muchas ganas de llegar a la siguiente carrera”, afirmó ‘Mack’.
Maverick Viñales es el primer piloto al que han dado un aviso por el nuevo reglamento técnico de la presión de los neumáticos y eso que tuvo problemas con el delantero, que dijo no haberlo mirado porque ya lo sabía, ya que le pasó en la carrera sprint. “He jugado mis cartas bien pero no me ha llegado hasta el final, me han sobrado cinco vueltas y he pensado ‘joder, no puede ser’ y eso que luego he apretado otra vez para ver si fallaba, pero no ha fallado”, en alusión a Aleix.
Sobre el espontáneo gesto de cambiar sus motos en la vuelta de honor comentó que “No sabía si se podía, a ver si nos iban a decir algo… porque aquí como buscan tanto esa línea tan fina, a ver si nos iban a decir algo, pero la verdad es que se podía hacer, así que perfecto”.