El pasado sábado 21 de marzo, el mismo día que tenía que enfrentarse al Leeds de Bielsa, Imanol Etxeberria regresaba a su domicilio vizcaíno tras haber recorrido en coche, escala en barco incluida, los cerca de 1.400 kilómetros que separan Luton de Bilbao. El ahora entrenador de porteros del club de la mencionada localidad inglesa prefirió pasar con los suyos el confinamiento decretado a causa de la pandemia del coronavirus. El exrojiblanco atiende la llamada de MD.
¿Cuándo decidió volver a Bilbao?
El último entrenamiento en Luton lo hicimos el viernes 20 y por la mañana nos comunicaron que teníamos un parón de dos semanas, que ya se ha puesto en tres. La recomendación fue ‘quietos en casa’.
¿No se había parado antes de ese día la competición?
En principio íbamos a jugar en casa, con público además, una semana antes, teníamos otro partido entre semana y luego, el sábado 21, íbamos a Leeds, partido para el que ya sí decían que era a puerta cerrada.
¿Cuándo saltaron las alarmas en el fútbol inglés?
A raíz, sobre todo, del caso de Mikel Arteta. Y, aunque ya había habido otros en Leicester y Chelsea. En principio todo quedó suspendido hasta el 30 de abril, pero ya veremos.
¿Hasta ese momento, 19 o 20 de marzo más menos, hacían vida normal en Inglaterra?
Había vida normal hasta el viernes de esa semana. Todavía había colegios, los comercios estaban abiertos y la gente estaba en la calle tan normal. Cafeterías, bares, terrazas… Todo abierto. Haciendo vida normal, viendo lo que pasaba en Italia y España, pero sin tomar medidas. En Inglaterra había pocos casos entonces, pero todo ha cambiado radicalmente y han optado por el aislamiento y cerrar todo.
¿Y entonces?
En vista de que nos íbamos a quedar aislados, prefería venir aquí para poder estar más cerca de la familia. Decido venir en coche para evitar el transporte público, foco de riesgo, y entiendo que aislado en mi coche no tengo ningún tipo de problema. Cruzo con el coche a Francia y bajo todo Francia sin problemas. Llego a Biriatou, me para la policía y con pasaporte español me dejan entrar.
¿Cuántos kilómetros recorrió más o menos y en cuánto tiempo?
Alrededor de 1.400 kilómetros de casa a casa parando para cruzar de Inglaterra a Francia en barco, que pude descansar tranquilamente hora y media, y en el camino otra parada de cerca de dos horas y media durmiendo en un área de servicio. Salí a las 2 de la tarde del viernes 20 y llegué a casa el 21 a las 9 de la mañana.
¿Sin ningún contratiempo?
Ningún problema. Esa carretera no la conocía, pero es muy buena. Todo autopista. No encontré tráfico. Viaje cómodo, pero pesado. Desde Burdeos hasta abajo, eso sí, mucho camión.
¿Tiene que seguir en casa algún plan de trabajo?
Eso es más cosa de los jugadores.
¿Y sus porteros?
El preparador físico les ha mandado rutinas para hacer en casa. Yo he hablado con ellos por whatsapp para incidir en varias rutinas de goma, ejercicios con pelotas para tener velocidad visual, no perder contacto con lo que sea algo móvil, inventar ejercicios para movilizar el tren superior, ejercicios en suelo con balón para que el cuerpo no se ablande. Ahora mismo es dejarse llevar. Se trata de mantener un poquito.
¿Cómo le va la experiencia profesional en Inglaterra?
Bien. Tenía el gusanillo del fútbol inglés de toda la vida. Hay gente conocida trabajando allí, gente que me ha animado. He tenido la oportunidad de probarlo y en la categoría en la que estoy, la Championship, la liga es muy disputada. Quitando tres o cuatro equipos que se salen del resto, los demás tienen un nivel muy parecido. Los estadios que hay son muy grandes, con solera, típicos. Hay partidos con 25.000 espectadores en las gradas.
¿Cómo se viven esos partidos en las gradas?
Increíble. No llenan siempre, pero va mucha gente. La afición se desplaza, anima, chilla. Son partidos intensos y la gente lo vive mucho.
¿Hay más ambiente que en la Segunda de España?
Mucho más. Allí no hay prensa que siga a los equipos durante la semana e igual el no tener contacto con el equipo ni los jugadores a diario hace que los fines de semana vayan con muchísimas ganas al campo. Se vive y a los jugadores se les tiene mucho respeto.
¿La idea del fútbol inglés responde a la que se tiene por aquí de siempre?
Sí, responde a la idea que tenemos. Fútbol muy directo, muy físico. Se permite más el contacto, las disputas. No como en España, que a la mínima que te saltan encima se pita falta. Allí te saltan dos y encima son dos muy grandes, muy fuertes y muy rápidos y no pitan nada. Hay que ser muy físico porque el juego allí lo requiere.
¿El Leeds de Bielsa, líder de la categoría, también es muy físico?
El Leeds tiene un equipazo y muy buenos jugadores. Marcelo no ha cambiado. Mantiene su estilo, su filosofía y se le ve al equipo. A estas alturas de temporada, que la liga es larguísima, está arriba con una racha imparable en la que gana todo y está ahí arriba. En Copa, en el estadio del Arsenal, plantaron cara e hicieron un partidazo increíble.
¿Habló con Bielsa cuando le tocó al Luton enfrentarse al Leeds?
Claro. Nos ganaron en casa 1-2 en el último minuto, un partido muy chulo. Estaba contento. Nos saludamos, estuvimos diez minutos hablando y recordando un poquito los tiempos que coincidimos en Lezama. Estuvo majo.
Al Luton, en cambio, no le va tan bien: penúltimos a seis puntos de la salvación.
Este equipo ascendió el año pasado y es un club modesto. Modesto, modesto. Muy familiar. Tiene lo justo, pero no falta de nada. El grueso del equipo ha subido de categoría y en nuestro categoría hay muchos jugadores que han pasado antes por la Premier.
¿Y el entrenador?
El míster, Graeme Jones, estuvo antes trabajando con Roberto Martínez en la selección belga.
Idiakez, ex jugador de la Real, es su segundo. ¿Cómo lo lleva él?
Este es el primer año de Iñigo en el primer equipo ayudando al míster. El pasado estuvo con la academia. Hicieron buen papel y creo que quedaron campeones de la Copa con los juveniles. Él ya lleva unos años en Inglaterra y está aclimatado.
¿Tiene buen portero el Luton?
Simon Sluga es el titular. Es internacional con Croacia y ha sido el fichaje más caro en la historia del club. Algo tendrá.
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