El papel de Vinicius en el Real
Madrid está tomando un camino en los últimos meses que no invita para nada al optimismo. El brasileño, que de nuevo se volvió a quedar fuera de la lista de convocados para el duelo frente al Galatasaray (21:00 /Movistar Liga de Campeones) acumula, en lo últimos diez partidos, más ausencias que presencias sobre el césped. O lo que es lo mismo, ha jugado 186 minutos de los 900 totales de estos últimos dos meses.
Sin embargo, la nueva ausencia de este miércoles no ha hecho más que agravar una situación por la que el brasileño ya está acostumbrado a pasar. De hecho, hasta el mes de enero del curso pasado no se asentó en el equipo.
Aún así, no deja de sorprender dada la precocidad con la que se instaló en el club, la confianza que le otorgó Solari y que dista mucho comparada con la que le brinda Zidane.
Hazard, su gran ‘problema’
Y es que si existe una diferencia entre esta temporada y la pasada, es la llegada de Eden
Hazard. El belga, que ha llegado -lógico- con el papel de titular indiscutible, actúa por la misma zona por la que lo hacía Vinicius el año pasado sin apenas oposición.
Así pues, con el ‘7’ en el vestuario y la predilección que tiene por él Zidane, Vinicius ha visto como su llama se ha ido apagando. Ello sumado a que, por el momento, no le terminan de salir las cosas ni de ser tan determinante como sí resultó serlo a comienzos de años, le han desplazado de su ‘status’.
Aún así, no hay que olvidar que el jugador tiene tan solo 19 años y que su proyección, cuando menos, es positiva. Sin embargo, esta intermitencia en el juego y en el rol dentro del equipo no le beneficia. La solución pasa porque pruebe por cambiar de aires a través de una cesión fructífera, o que demuestre en cada entrenamiento a Zidane que tiene que jugar semana sí, semana también.
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