Vinicius sigue sin encontrar el camino del gol y eso ya es preocupante, más aún que si Zidane cuenta o no con él. El brasileño tuvo hasta tres ocasiones de gol pero las falló todas y la que culminó no sirvió de nada porque el árbitro le anuló el tanto. Vinicius tiene un serio problema a la hora de definir y eso se arregla con entrenamientos personales, pero también con confianza y ahí es donde el brasileño tiene carencias.
Carencias de confianza ante el gol y también a la hora de jugar. Se siente examinado constantemente por Zidane y la grada. El entrenador porque quiere que ataque, pero también que defienda y ahí, Vinicius se siente con demasiada responsabilidad a la hora de ser valiente y encarar. La afición espera todo lo contrario, que sea el de la temporada pasada que no dudaba ni un momento en irse arriba cuando el balón le llegaba.
Vinicius está en ese mar de dudas y sus compañeros lo saben. Ante el Levante, con 3-1 en el marcador, todos le buscaban para darle el gol medio hecho, una muestra clara de que saben que el brasileño necesita esa confianza que da los goles para ir hacia arriba, como le reclamó esta misma semana Casemiro. No sólo sus compañeros notan esa inseguridad de Vinicius, también la afición que tiene unas ganas locas de celebrar un gol suyo. Por eso, el enfado de la grada cuando el anularon el que marcó ante el Levante.
Vinicius sigue sin encontrar su sitio ante la meta rival, todo lo contrario que James que va camino, junto con Bale, de ser el mejor fichaje este año del Real Madrid. El colombiano está de dulce. Se mueve como nadie entre líneas, asiste, defiende y eso lo notó el equipo, especialmente en la primera mitad. James se vació hasta el punto que acabó el partido agotado.
James Rodríguez fue la cara y Vinicius y el gol, la cruz de la sufrida victoria del Real Madrid ante el Levante.
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