Violencia en la vejez

Violencia en la vejez

Estela dejó la casa donde vivió los últimos 47 años para ir con una de sus hijas y su yerno; a sus 79 años, la mujer ya no puede valerse por sí misma, le cuesta caminar y padece un temblor constante en las manos.

Desde que llegó a su “nuevo hogar”, hace unos meses, no ha estado cómoda. Duerme en la sala, es la última en sentarse a comer y lo debe hacer a toda prisa para que su hija continúe con otras tareas; la regañan y le gritan sin motivo.

En México, de acuerdo con datos del Inegi, hay más de 12 millones de personas adultas mayores; de ellas, casi tres millones enfrentan alguna dependencia para realizar actividades básicas, como vestirse, bañarse o comer. En un 70 por ciento tienen cuidadores informales que no reciben remuneración, como en el caso de Estela.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) prevé que para el año 2050 haya en el mundo 30 millones de adultas y adultos mayores, y en México, según el Consejo Nacional de Población, representarán el 17 por ciento de la población.

La semana pasada, Estela, un nombre que no corresponde a la verdadera víctima para resguardar su identidad, buscó ayuda en la Línea Plateada del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, disponible a todo el país 24/7 y gratis por llamada y WhatsApp en el 55 5533 5533. Tiene miedo de que su hija o yerno la lastimen físicamente; ya la amenazaron con golpes para que “se calme”.

Este 15 de junio se conmemora el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, designado en 2011 con el objetivo de combatir las violencias que padecen las y los mayores.

En contraste con lo que podría pensarse, la vulnerabilidad de ellas y ellos habita en el hogar; ahí es donde se originan agresiones a nivel físico, emocional, patrimonial, sexual o la omisión de cuidados.

Los reportes al Consejo Ciudadano indican que el 98 por ciento de los agresores de las y los adultos mayores son familiares; en más de la mitad de los casos las hijas o hijos. Dos datos lamentables.

La culpa y la normalización de la violencia juegan en contra para ejercer el derecho a la denuncia; es común que las víctimas justifiquen a sus hijos con la idea de que solo están cansados, tienen mucho estrés o ya con recibirlos en su casa hacen suficiente.

Por eso, es urgente visibilizar el maltrato a este sector de la población que no se justifica de ninguna manera. Romper la indiferencia y hacerles saber sus derechos, así como alzar la voz si somos testigos de algún abuso en nuestra calle, colonia o de oídos, son claves para dignificar esta última etapa de la vida. El maltrato a la vejez es un delito: denunciemos.

*Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. Reproducimos su texto con autorización de Sin Embargo.


Source link