Virginia Torrecilla, jugadora del Atlético de Madrid, ha recibido el premio de ‘The Guardian‘ a la futbolista del año 2022. Un galardón que la publicación inglesa otorga “a un jugador que ha hecho algo notable, ya sea superando la adversidad, ayudando a otros o dando un ejemplo deportivo actuando con una honestidad excepcional”.
La propia Virginia recuerda lo que tuvo que pasar cuando le detectaron un tumor celebrar y cuando, en plena recuperación, sufrió un accidente de tráfico junto a su madre Mari, que acabó en silla de ruedas.
“Estaba hundida. Pasaría por el cáncer 15 veces más. 15, eh. Haría 30 quimioterapias para que mi mamá volviera a caminar. Lo prometo, lo prometo. Con todo mi corazón. Tres años en quimioterapia. ¡Cinco! No me importa, si tan solo pudiera volver a ponerse de pie. Me culpé a mí misma. Ella dice que no puedo pensar así. Ella es mi mamá, siempre me defenderá. Pero, no, no. Lo que mi mamá pasó…”, señala entre lágrimas.
Ahí, Virginia pensó en dejarlo todo. Pero sus padres rápidamente le quitaron esa idea de la cabeza. Y seis meses después, volvía a jugar con el Atlético de Madrid. “Cuando la gente dice que soy una luchadora, un ejemplo, es encantador”, dice. “Pero el dolor que sentí: no es el cáncer en mi cuerpo, es todo lo que superé psicológicamente, todo lo que pasé con mi mamá. Eso es difícil, sinceramente. Muy, muy, muy duro”.
Virginia Torrecilla, futbolista del año para ‘The Guardian’.
“Tuve el apoyo del Atlético: si no, no estaría aquí. La gente no podía entrar en los hospitales. Mi tío murió después de cinco meses porque no pudo recibir tratamiento. Falleció con cáncer de próstata. Sin funeral”, relata Virginia, para luego hablar del día que volvió a jugar, en la Supercopa de España frente al FC Barcelona. “Me levanté, me fui con mi máscara y mi abrigo. Corrí de regreso al banco, lo dejé allí, la mascarilla y el abrigo. Sin espinilleras. Era un desastre Estaba supernerviosa. Hacía dos años que no jugaba y apenas podía recordar qué hacer. Estaba tan desesperada por salir, que la gente me viera. Quería que la gente viera que había superado el cáncer y que ellos también podían”.
Un deseo para 2023
“Estoy feliz de haber superado un tumor y poder dar voz a los que luchan. La vida me ha hecho entender cosas que nunca antes entendí”, señala la futbolista del Atlético de Madrid, que acaba indicando que “sueño con ver a mi mamá aquí, a mi papá junto a ella, mirándome jugar al fútbol después de todo lo que hemos pasado. Y ahora estamos en el camino”.