Visita de AMLO a la Casa Blanca, entre riesgos políticos y sanitarios

Mientras el gobierno federal sostiene que la visita del Presidente mexicano a Estados Unidos busca atraer inversiones con el T-MEC, analistas y políticos advierten riesgos ante el clima electoral norteamericano.

En plena pandemia y en medio de un proceso electoral en Estados Unidos, el Presidente Andrés Manuel López Obrador llevará a cabo su primera visita al exterior como Jefe del Estado mexicano este 8 y 9 de julio para encontrarse con su homólogo norteamericano Donald Trump en Washington.

López Obrador ha dicho que el motivo del viaje es para “celebrar” la entrada en vigor el 1 de julio del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que sustituyó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El gobierno mexicano también ha reiterado que el convenio comercial será una de las principales herramientas para impulsar la economía ante la crisis por la pandemia de Covid-19, que ha ocasionado la pérdida en México de alrededor de un millón de empleos, y que por este motivo es importante el viaje oficial.

Sin embargo, el Presidente ha enfrentado críticas por el momento en el que llevará a cabo la visita oficial, ya que se da en medio de la pandemia y a cuatro meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

“Creo que es una visita criticable en muchos sentidos, e ininteligible además, no se entiende por qué el Presidente mexicano ha decidido aceptar la invitación, más allá de la amistad, y la afinidad, y quizá el temor que lo vincula a Donald Trump”, declaró la politóloga Denise Dresser en la Mesa de Análisis en Aristegui en Vivo este lunes.

“Parece no importarle que el ocupante de la Oficina Oval haya vilipendiado, humillado, perseguido, deportado o encarcelado a miles de compatriotas. Parece no importarle que haya forzado al gobierno mexicano a un nuevo tratado de Libre Comercio sobre las rodillas, con concesiones insólitas”, añadió Dresser.

La también académica agregó que el Presidente López Obrador ha ignorado llamados hechos por diplomáticos, como los planteados por Bernardo Sepúlveda, ex Canciller mexicano, quien ha alertado que no es justificable la visita del mandatario mexicano en medio de un proceso electoral en Estados Unidos.

“Andrés Manuel López Obrador se subirá a un vuelo comercial, arriesgará su salud, tendrá que someterse a la prueba del coronavirus para poder convivir con Trump, cuando no se sometió a esa prueba jamás a pesar de sus giras en México, y quizá le sirvan algunos días para cambiar la conversación, para dejar atrás los señalamientos incómodos sobre la pandemia, el desempleo y la crisis sistémica”, declaró Dresser.

Justin Trudeau, Primer Ministro canadiense, anunció a través de la vocería de su administración que no viajará a Estados Unidos para el acto celebratorio por el T-MEC. López Obrador añadió en un tuit que, aunque Trudeau no asistirá al encuentro en Washington, el funcionario canadiense aceptó realizar una visita a México “tan pronto sea posible”.

Economía

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la actividad económica en México, como en el resto del mundo, ha sufrido un severo desplome tras la declaratoria por parte del gobierno federal de la emergencia sanitaria del 30 de marzo por la pandemia.

Tan sólo este lunes, el Inegi reportó un desplome en abril de 37.1 por ciento del Índice de Inversión Fija Bruta, que mide el gasto en el sector de la construcción y en la compra de maquinaria y equipo nacional e importado, en comparación con el mismo mes del año anterior.

Ante las cifras, representantes del gobierno federal han dicho que le apuestan al T-MEC para acelerar la reactivación económica.

“Desde hace algún tiempo, hemos venido sosteniendo que este tratado será uno de los motores de relanzamiento de la economía mexicana. Hay razones para ello, una de las cuales es que las cadenas globales de valor iban a tener que realinearse de cualquier forma debido a los conflictos internacionales que se habían dado desde el año pasado.

“La segunda es que, en este contexto, era necesario tener certeza jurídica hacia adelante, y el nuevo Tratado de Libre Comercio provee esto. Y la tercera es que la pandemia del Covid ha puesto en cuestionamiento la forma en que se eslabona el comercio internacional, y requiere formas distintas, y tal vez más fraccionadas”, declaró el Secretario de Hacienda y Crédito Público Arturo Herrera en un video en Twitter el 1 de julio, cuando entró en vigor el tratado.

En el video, Herrera dijo que el intercambio comercial con Estados Unidos es uno de los factores fundamentales de la economía mexicana.

“Por mucho, la relación comercial más importante es la que tenemos con Estados Unidos. El año pasado, el comercio conjunto entre nuestras naciones representó alrededor de 614 mil millones de pesos, al tipo de cambio de hoy, eso es más de la mitad del PIB de nuestra nación”, declaró en la publicación.

El funcionario federal agregó que, por este motivo, la visita de López Obrador a Estados Unidos forma parte de la búsqueda del gobierno mexicano para atraer mayores inversiones a México tras la entrada en vigor del nuevo convenio comercial trilateral.

Sin embargo, el propio López Obrador ha dicho que su viaje a Estados Unidos también implica riesgos.

“Es que no voy a cuestiones políticas electorales, es una visita de Estado, es una visita que tiene que ver con el inicio -de nuevo lo expreso- del tratado. Creo que esto es de ayuda para México, y por eso voy.

“Y riesgo, la política es cómo caminar siempre en la cuerda floja, hay que correr riesgos de tomar decisiones”, declaró el Presidente mexicano el 25 de junio pasado.

El Presidente López Obrador dijo este lunes que viajará en un vuelo comercial a Washington el martes por la tarde.

El miércoles llevará ofrendas al Monumento a Abraham Lincoln y a la estatua en honor a Benito Juárez en la capital norteamericana, para después llevar a cabo encuentros con funcionarios de de la Casa Blanca durante ese día, informó el Presidente.

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Este sábado, en un videomensaje, López Obrador reiteró que representará a México con “decoro” y “dignidad” ante Trump.

Migración

Desde el arranque de la administración de López Obrador el 1 de diciembre del 2018, el gobierno mexicano enfrentó olas de migrantes provenientes de Centroamérica en búsqueda de llegar a Estados Unidos.

Ante el repunte en la llegada de migrantes a la frontera entre México y Estados Unidos, y tras los amagos de Trump a mediados del 2019 de imponer aranceles de hasta 25 por ciento si México no frenaba a los migrantes, el gobierno de López Obrador desplegó miles de elementos de la Guardia Nacional para detener la ola migratoria.

Incluso, previo a las amenazas, el gobierno norteamericano implementó de manera unilateral el Programa de Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), que obliga a solicitantes de asilo a esperar sus procesos migratorios en territorio mexicano mientras las cortes norteamericanas resuelven las peticiones. Tras la aplicación del MPP, el gobierno mexicano informó que aceptaría por razones humanitarias a los migrantes devueltos de Estados Unidos a México.

También, el presidente Trump ha insistido desde el inicio de su gobierno en la construcción de un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, una medida que líderes a nivel mundial han calificado como una ofensa para México.

Incluso, a dos días de la visita del Presidente mexicano a la Casa Blanca, Trump tuiteó este lunes fotografías en las que presumió avances en la construcción del muro.

En una carta enviada el 1 de julio a Trump por miembros del Caucus Hispano, conformado por congresistas demócratas de origen hispano, los legisladores habían urgido al Presidente estadounidense a cancelar el evento para celebrar la entrada en vigor del T-MEC.

En el documento, los legisladores alertaron que la organización del encuentro por iniciativa de Trump tenía como objetivo “politizar” la relación México-Estados Unidos con fines partidistas. Las elecciones presidenciales en Estados Unidos están programadas para llevarse a cabo el próximo 3 de noviembre.

Hasta ahora, el contendiente presidencial demócrata y principal rival de Trump, Joe Biden, encabeza las encuestas.

Un reciente sondeo llevado a cabo por el diario USA Today y Suffolk University colocó a Biden con 51 por ciento de las preferencias electorales, una ventaja de 12 puntos sobre Trump.

“Aunque este encuentro aparenta estar relacionado al comercio y al nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, no es más que un intento para distraer la atención de la crisis por el coronavirus y su fracaso en encabezar una respuesta a la pandemia
“Además, cualquier encuentro con el Presidente de México debe incluir una explicación sobre por qué el Pentágono mantiene desplegadas a 4 mil tropas en la frontera (con México) pese a que no existe señal alguna de una crisis e incluir un plan para que Estados Unidos termine con el Programa de Protección a Migrantes, que mantiene varados a 60 mil solicitantes de asilo en México”, dice la carta firmada por 13 congresistas del Caucus.

En la misiva, los legisladores añadieron que el MPP es violatorio del derecho internacional, y pone en riesgo a mujeres, hombres y niños de ser víctimas de trata, secuestro, abuso y explotación.

Los congresistas habían pedido a Trump posponer el acto celebratorio por el T-MEC hasta que Trudeau confirmara su asistencia.

En una videoconferencia del 3 julio, Mauricio Kuri, coordinador de la bancada del PAN en el Senado, cuestionó el momento en el que el Presidente mexicano llevará a cabo la visita a Estados Unidos y recalcó que Trump se ha caracterizado por sus ofensas a los mexicanos.

“Celebramos también que el presidente haya cambiado de opinión y que por primera vez en 19 meses decida realizar una visita a otro país en su carácter de mandatario.

“En lo que sí no estamos de acuerdo es que no es el mejor momento para ir a Estados Unidos, es un error que el presidente acepte una invitación con un tinte más de un mitin político, un mitin electoral y en favor de Donald Trump, que una reunión de trabajo.

“No hay que olvidar que el presidente Trump ha hecho innumerables ofensas hacia las y los mexicanos”, declaró el legislador albiazul.

Seguridad

Previo al anuncio del viaje oficial por parte del Presidente mexicano, López Obrador había dicho el 8 de mayo que pediría al gobierno de Trump una explicación sobre el operativo “Rápido y Furioso”, a través del cual la administración de Barack Obama introdujo entre 2009 y 2010 cientos de armas a México para entregarlas a criminales en territorio nacional.

Ese día, López Obrador dijo, tras un tuit del ex Presidente Felipe Calderón en el que negó que su gobierno haya tenido conocimiento del operativo implementado por la administración de Obama y que derivó en la utilización de esas armas en el asesinato de ciudadanos mexicanos, que aún el gobierno de Estados Unidos podría ofrecer una disculpa por ese esquema.

“Debe quedar ya en claro y conocer toda la investigación y lo que implicó, quiénes participaron y, como cuestión nada más de complemento… que el mismo gobierno estadounidense diga si hubo o no cooperación, nada más como complemento (del tuit de Calderón); y si no hubo cooperación, que de todas maneras era indebida e ilegal, de todas formas, que el gobierno de Estados Unidos todavía es tiempo para ofrecer una disculpa.

“Porque era otro el presidente, pero, al final de cuentas, es el gobierno de Estados Unidos el que tiene que explicar esta situación, como nosotros tendríamos que hacerlo si hubiésemos hecho algo parecido en Estados Unidos o como cualquier país”, dijo el Presidente mexicano.

Incluso ciudadanos americanos fueron víctimas colaterales del fallido operativo. Por ejemplo, Brian Terry, agente de la patrulla fronteriza en Arizona, fue asesinado en diciembre del 2010 con una de las armas de las que el gobierno norteamericano perdió el rastro.

López Obrador dijo también en mayo que Trump ha mostrado respeto a la “soberanía” mexicana pese a situaciones de crisis en materia de seguridad.

En su conferencia del 8 de mayo, el Presidente mexicano añadió que, tras el fallido operativo de captura en octubre del 2019 en Culiacán, Sinaloa, de Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, hijo del cofundandor del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, y tras el asesinato de nueve miembros de la familia LeBarón en Sonora en noviembre del mismo año, Trump reculó en ofrecimientos de ayuda de fuerzas de seguridad estadounidenses.

Entre las víctimas del ataque contra la familia LeBarón había seis menores y tres mujeres, todos ciudadanos norteamericanos.

“El presidente Trump, cuando la situación de Culiacán, la detección de un presunto delincuente y luego el que se le tuvo que dejar en libertad para evitar una masacre, me habló por teléfono para decirme que ayudaban, y luego cuando el caso lamentable de la pérdida de vida de niños y de mujeres en Sonora, en Bavispe, también me habló para decirme que ellos ayudaban y que quería llamar terroristas a los narcotraficantes mexicanos”, dijo López Obrador.

El Presidente mexicano declaró ese día que Trump había retirado sus ofrecimientos por respeto a la “soberanía” mexicana.

“Entonces, yo le di mi opinión en los dos casos y fue respetuoso de nuestra soberanía, hasta él mismo lo expresó, que a petición del Gobierno de México por lo que nosotros habíamos sostenido, él daba marcha atrás en su propuesta esta, de considerar terroristas a los delincuentes del narcotráfico en México”, declaró.

En términos de colaboración, desde el inicio de su gobierno, López Obrador ha sostenido que busca replantear la Iniciativa Mérida, a través del cual el gobierno estadounidense ha entregado a partir del 2008 miles de millones de dólares a México para el combate al crimen, como parte del acuerdo de cooperación en seguridad.

El Presidente mexicano ha declarado que su administración pretende reorientar aquellos apoyos que entrega el gobierno estadounidense para la compra de equipo de seguridad hacia los programas sociales.




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